Un tema que lleva dando de qué hablar todo el fin de semana (y lo que queda) es la disculpa pública de
Justin Timberlake a
Britney Spears y
Janet Jackson tras la emisión en EE.UU. del documental “Framing Britney Spears”, producido por ‘The New York Times’ y en el que no solo se analiza el control que el padre de Britney ejerce sobre su vida, sino la forma en que fue tratada por los medios de comunicación. Timberlake confiesa que
ha decidido hablar después de los comentarios,
hashtags y etiquetados en los que se ha visto envuelto, y que no hizo lo suficiente cuando con sus silencios se benefició
“de un sistema que perdona la misoginia y el racismo”. Es importante recordar que, tras el incidente del pezón en la Super Bowl, Janet Jackson tuvo que disculparse inmediatamente mientras que Timberlake dijo que
él sólo tenía un “10% de la culpa” a la vez que reconocía que la industria era mucho más dura con las mujeres y las minorías étnicas, así que cabe preguntarse por qué habla ahora si está claro que lo de que el sistema le ha beneficiado no es algo que haya aprendido ahora. ¿Miedo en un mundo post-
me too?