El binomio entre industria musical y la lucha contra la COVID-19 sigue dando frutos, en este caso en los Estados Unidos. Los
“vastos recursos” de los que disponen Live Nation, AEG, la asociación internacional de mánagers de locales (IAVM), el Oak View Group y demás asociaciones de mánagers, salas y promotoras se han puesto a la disposición del presidente Joe Biden oficialmente para ayudar a la nueva administración en la distribución de vacunas. El gobierno estadounidense ha afirmado que quiere vacunar a 100 millones de personas en los próximos 100 días, y el sector de la música se ha ofrecido a abrir las salas ahora cerradas (
“en espacios urbanos, suburbanos y comunidades rurales, a menudo cerca de arterias transitables y con buen acceso a párking”), así como a garantizarles una mano de obra
“muy acostumbrada a organizar colas y a gestionar multitudes”. Si pueden organizar Coachella, Lolapallooza o el SXSW, ¿por qué no un calendario de vacunación? Seguiremos atentas.
Más cerca de casa y a escala más humana, ayer el Eufònic Urbà presentó su octava edición, que se llevará a cabo del 4 al 6 de febrero y consolidará su apuesta en el Arts Santa Mònica de Barcelona. El diálogo entre las artes sonoras, visuales y performativas se concretará en una serie de actuaciones en
streaming, puesto que dadas las actuales limitaciones en museos no se podrán celebrar con público, y varias instalaciones artísticas visitables hasta el 28 de febrero. Toda la programación, que se ha conseguido mantener en su práctica totalidad a pesar de las restricciones actuales,
se puede consultar aquí.