La canción de Woody Guthrie le sirve al autor de “Ciudad total. Bombay perdida y encontrada” (2004) para lanzar un apasionado manifiesto sobre el derecho de la migración.
Nacido en Calcuta en 1963 y residente en Estados Unidos desde 1977, “Esta tierra es nuestra tierra” (“This Land Is Our Land”, 2019; Literatura Random House, 2021) recorre, desde la experiencia personal y la investigación periodística, el fenómeno de los migrantes y desbarata uno a uno todos los tópicos negativos que se asocian a un fenómeno histórico que se pierde en la noche de los tiempos.
Suketu Mehta se enfrenta a los eslóganes populistas que presenta la inmigración como la gran amenaza de Occidente y, datos en mano, demuestra que el desplazamiento de personas desde sus lugares de origen a nuevos destinos acaba proporcionando riqueza material y cultural: son, en definitiva, un capital humano que, más que restar, suma desde cualquier punto de vista.
Entrelazando su historia familiar con testimonios recogidos en distintos puntos del planeta, el autor analiza las causas de los desplazamientos globales (cambio climático, guerras, los expolios del colonialismo) y hace una apasionada defensa de la libertad de movimiento en un mundo que repite el mantra de la “globalización” exclusivamente cuando esta favorece los intereses de las sociedades poscapitalistas.
Lugares comunes como la “no integración” quedan en evidencia –antes de la tercera generación, los inmigrantes están integrados en Estados Unidos en todos los sentidos, y la mayoría habla exclusivamente inglés–, y el saqueo de los sistemas sanitarios de sus lugares de destino –ya sea con trabajos regularizados o sin papeles, aportan más que gastan– se desmantelan con datos y estudios estadísticos.
Por mucho que las posturas antinmigración encuentren altavoz en organizaciones populistas y xenófobas, no hay valla capaz de parar un flujo migratorio que busca, simplemente, una vida digna que ya no es viable en sus países de origen. El siglo XXI es y será global. Y anteponer el miedo a la empatía no es la mejor solución. Mehta lo sabe y nos lo explica bien, muy bien. ∎