Álbum

Anika

ChangeInvada-Sacred Bones-Popstock!, 2021

El primer LP en once años de esta artista anglo-germana, con cuartel general en Berlín, rompe con la enfermiza atmósfera post-punk, en modo “Metal Box” (P.I.L., 1979), que nutría su primer LP. Para esta ocasión, Anika ha decidido dar carpetazo a tan magnético espíritu lo-fi y decidirse por una renovada paleta de sonidos que, tal como sucede en la hipnótica “Sand Witches”, extienden la panorámica hacia terrenos más cercanos a los postulados post-rock abonados por grupos enfrascados en aunar espíritu kraut y pop experimental, como fueron en su momento Stereolab, Insides o Broadcast. Precisamente, la sombra de estos tres grupos se hace muy presente a lo largo de este LP, también compuesto por temas como “Never Coming Back”, donde parecen sonar como una versión bávara synth de The Cure. Este sarpullido pop resulta una más que agradable extrañeza dentro de un conjunto de canciones bombeadas por temas como “Rights”, aleación única en modo Nico, practicando witch house bajo rítmicas obsesivas de ansiedad electronic body music. La vertiente EBM se extiende a la enigmática e invernal atmósfera que orbita en “Freedom”, otra de las razones por las que alegrarse de este retorno, pleno de variables estilísticas alrededor de la voz elegíaca de Anika. La alergia a la rutina se da también en el cierre del disco, con “Wait For Something”, donde resuena la estela art pop de grupos como Vanishing Twin.

Por otra parte, en “Naysayer” quedan confirmadas todas las sospechas que apuntan a cómo Annika Henderson toma a Nico de referente vocal en este LP; para este corte en concreto, como si hubiera sido abducida en una deformación gótica de Lali Puna.

Temas como este último forman parte del discurso esgrimido en este álbum, abordado de forma conceptual en torno a la naturaleza del mal, aunque dentro de una perspectiva positiva, con la idea del cambio como fuerza motriz de esperanza, tal como queda reflejado en la canción titular, pilar central, que se sostiene mediante una difuminada variable synth de Beach House.

Dentro de un tono más característico con respecto al resto del álbum, “Finger Pies” emerge en clave versión dub de Broadcast, formación con la que Anika tiene puntos en común que van más allá del parecido de su voz con la de la malograda Trish Keenan. No en vano, comparte la misma perspectiva hipnagógica del krautrock. En “Critical”, prosigue dicha perspectiva, cambiando la materia dub por la linealidad narrativa de grupos como Insides.

Cortes como este último expresan la necesidad de más discos con las propiedades curativas de este. Gema de notables propiedades artísticas que define la obligación de cuestionar la alienación cultural que conlleva el Brexit, de la que habla en “Sand Witches”, y que tiene su origen en la “cultura de la nostalgia” propagada, en los 90, por el Primer Ministro Rockero, Tony Blair.

El corazón lírico de “Change” se nutre de la desconfianza provocada por cuestiones como esta y otras más que rodean a un mundo post-Trump. El mismo del que Anika nos hace partícipes a través de una hipnótica mirada pop experimental, que, como toda verdadera expresión artística, desecha la idea de recrear el pasado en monótonos círculos concéntricos. ∎

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