Álbum

Billy Bragg

The Million Things That Never Happened Cooking Vinyl-Popstock!, 2021

La emoción que desprende desde el primer instanteMid-Century Modern” es difícil de lograr y difícil de describir. Aún no ha acabado la canción y ya te invade la sensación de estar ante un clásico instantáneo, una pieza de una calidad y una nobleza que te hace tomar aire profundamente. Y todo ello antes de reparar en la letra: Los crédulos están en una cruzada contra la realidad / y libertad es solo otra palabra para actuar con impunidad. Y sobre todo: Estoy acostumbrado a que la gente escuche lo que tengo que decir / y se me hace duro pensar que quizá sea de ayuda que me eche a un lado y ajuste mis percepciones para reflejar la realidad / y el hueco que hay entre el hombre que soy y el hombre que quiero ser. Dicho con una melodía que parece transportar la sinceridad sin adornos, y la épica de lo que es importante decir, pero desde una cierta pesadumbre y desencanto. Y cimentado en un órgano Hammond y una slide guitar que abrigan como un gabán clásico, y un solo de guitarra rítmica, valga el aparente contrasentido, que lo confirma todo: “Mid-Century Modern” es una canción monumental.

No es un caso aislado en el nuevo álbum, el decimotercero, de un Billy Bragg que se interna de lleno en la madurez con una lucidez y el poso de su creatividad en un estado formidable. Con esa serenidad que ha ido adquiriendo a medida que se internaba en las raíces norteamericanas, Bragg vuelve a conmocionar con ese piano con talante de bar y ese Mellotron de fondo de Good Days And Bad Days”, en la que de nuevo emerge no la amargura, pero sí la certeza de que a veces las cosas son demasiado difíciles, inabarcables.

En realidad el efecto a posteriori es balsámico, pero para eso él tiene que enfrentarse a un cierto desamparo que, como casi todo, debe tener su raíz en el período pandémico. En modo sereno, recurriendo a viejas anotaciones o reflexionando sobre la necesidad de mantener viva la memoria de los seres queridos, completa medios tiempos majestuosos con piano como “I Believe In You” o con guitarra como Pass It On”. En ambos, igual de cómodo y genuino. Americana sin fronteras.

Y al final, haciendo pareja compositiva con su hijo de 27 años en la alegre y aparentemente entusiastaTen Mysterious Photos Than Can’t Be Explained, plantea internet como una cosa maravillosa, pero también “heroína para autodidactas”. Un disco soberbio para tiempos descentrados. ∎

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