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Cualquiera que no conozca a Dom La Nena podría pensar que “Tempo” (Six Degrees, 2021) es un disco nacido de la pandemia. Está compuesto, producido y tocado en su totalidad por la propia Dominique Pinto (tal es su nombre real), y su primer single (“Oiseau sauvage”) vio la luz en los últimos meses de 2019. Pero poco después quedó en un cajón a la espera del momento idóneo. La historia de este álbum va más allá de los efectos desastrosos de este año de incertidumbres y derrumbes. “El disco iba a salir poco después de lanzar la canción –explica la artista desde su casa en París–, pero justo entonces tuve muchos problemas con mi sello discográfico. Se estaban integrando en otro sello más grande y eso se alargó mucho. En ese tiempo yo no tuve ningún control sobre ello, solo podía esperar. Fue un movimiento muy inesperado y no pude hacer nada. Mientras tanto empecé a cambiar cosas en el disco, a intentar mejorarlo, porque eso siempre pasa cuando se tiene una grabación parada. También empecé a trabajar en el álbum de Birds On A Wire –se refiere a “Ramages” ([PIAS] Le Label, 2020), de su proyecto en formato dúo a chelo y voz junto a la cantante Rosemary Standley– porque ya teníamos una gira de varios meses planeada, pero justo ahí llegó la pandemia y el tiempo fue pasando, y pasando… y ahora llegó un momento en el que, confinados o no, tenía que sacarlo ya”, narra con resignación. Le espera, pues, un futuro incierto a la vida de este trabajo. “Cuando publicas un disco hay que dejarlo que viva, y la historia dirá qué le pasará. Cuantas más expectativas depositas en algo, peor. Pero es gracioso, porque por el hecho de haber esperado tanto tiempo para sacarlo, hay mucha gente que cree que escribí las canciones durante la pandemia. En muchas entrevistas me están diciendo que se nota que en el disco hablo sobre temas muy actuales, pero… Bueno, esa es la magia de la música, que siempre es interpretable”, dice.
De la primera escucha destaca el uso del violonchelo como instrumento principal. Es con el que Dominique se formó académicamente, pero no había destacado especialmente en sus grabaciones en solitario hasta la edición de “Cantando” (Six Degrees, 2016), un precioso EP de cuatro canciones que ha terminado siendo el inmediato predecesor de “Tempo”. “Aunque sea el instrumento que estudié, no es con el que suelo componer y no es fácil trasladar lo que escribo con el piano o la guitarra al chelo, pero con este disco sí que quería llegar un poco más lejos con su sonido. Había dos maneras de hacerlo: o bien buscar un sonido acústico y fiel que ya había hecho en otros trabajos, o bien explorar y sacarlo de su zona de confort. Quería ver hasta dónde lo podía llevar haciendo algo pop y moderno, pero no sabía si iba a funcionar. Lo bueno es que estaba sola en el estudio y eso me permitía emplear el tiempo necesario sin mirar las horas, y así he podido buscar sonidos nuevos. Pero no he querido que fuera un disco de ruptura con los anteriores. Es más una evolución natural”, explica.
De girar, mejor ni hablamos. “Fuimos optimistas y empezamos a cerrar shows para los meses de mayo y junio, pero estamos teniendo que cambiarlos todos para otoño. Pero ya acepté que iba a sacar el disco y que probablemente pueda hacer muy pocos conciertos, o ninguno. Es difícil editar un álbum en febrero y decir que voy a hacer la gira para presentarlo un año después, porque un año es mucho tiempo y surgen las ganas de hacer otras cosas, empiezas a trabajar en proyectos nuevos… Hoy en día hay que vivir en el presente”, afirma. A pesar de la demora, o precisamente por ello, la creatividad sigue en modo activo. “Yo he seguido grabando, porque tengo la suerte de poder hacerlo en casa, y ya tengo canciones y proyectos nuevos. De modo que, bueno, la vida sigue su curso”.
En el disco hay una canción, “Quién podrá saberlo”, en la que encontramos la colaboración de Julieta Venegas, a la que además se le dedica un agradecimiento especial en los créditos. “Crecí con su música desde mi adolescencia, cuando me acababa de mudar a Argentina, y aprendí a hablar español escuchando sus canciones. Después de conocernos me invitó a abrir sus conciertos en una gira por España y la idea de una colaboración surgió de manera natural. Por eso, cuando empecé a componer esta canción lo hice ya pensando en ella. Es una persona a la que admiro mucho como artista, y más aún como mujer”.
En estas nuevas trece canciones hay letras en español, francés y portugués, tal como es habitual en toda su discografía, pero ¿por qué es importante para Dom La Nena cantar en diferentes idiomas? “Cada lengua tiene una sonoridad, y cada canción me pide una u otra, pero también son los tres idiomas de mi día a día. A veces no los separo y digo palabras que no existen porque mezclo todo. Los tres idiomas son uno para mí, de algún modo, y en el momento de componer permito que la música decida”. ∎