Una mirada sobre el planeta Tierra. Foto: Birgit Kleber
Una mirada sobre el planeta Tierra. Foto: Birgit Kleber

Entrevista

Edward Burtynsky, el fotógrafo del Antropoceno

Es una leyenda de la fotografía por haber documentado como nadie antes el efecto de la actividad humana sobre nuestro frágil planeta. Parte de su trabajo en países de África subsahariana, la exposición “African Studies”, puede visitarse en el espacio madrileño CentroCentro, dentro del festival PHotoEspaña, hasta el 1 de octubre. Hablamos con él sobre su implicación como artista entusiasta que observa todo lo que lo rodea como un dedicado guardián del medio ambiente.

Cuatro décadas de crónica fotográfica sobre la actividad extractiva asociada a la especie humana y su impronta en el planeta convierten al canadiense Edward Burtynsky, de 68 años, en un fotógrafo legendario. Sus imágenes documentan la actividad productiva humana y el apabullante desarrollo industrial, urbanístico, fabril y de infraestructuras en sectores como las energías fósiles, la minería, la alimentación o la moda, así como sus estragos: deforestación, contaminación, modificación de paisajes, territorios o formas de vida.

Comenzó retratando el seductor atractivo estético de la industrialización por la nostalgia de los recuerdos del encuentro con “lo sublime industrial” de su infancia obrera en el sur de Ontario, pero sus constantes investigaciones y experiencias le volvieron plenamente consciente de su insostenibilidad, incluso de su amenaza existencial, por lo que su trabajo derivó en una sofisticada crítica y una profunda ambivalencia. Sus fotografías poseen un efecto de atracción y repulsión, un brillante equilibrio de confrontación entre su resolución formal –deudora de las estéticas de la abstracción– y su perturbador contenido, que indaga en cómo la especie humana habita la Tierra y se provee de sus recursos.

Burtynsky suele describir ese enfoque dual como una manera de “mantener dos puertas abiertas” para que el espectador se adentre en la obra profundizando en un tema complejo al mismo tiempo, que explora la imagen como expresión sensorial intuitiva. Cualidad que también está presente en los documentales “Paisajes manufacturados” (2006), “Watermark” (2013) y “Anthropocene. The Human Epoch” (2018), realizados junto a la documentalista, escritora y productora canadiense Jennifer Baichwal y su marido Nicholas de Pencier, director de cine y de fotografía.

Con la perspectiva que otorga la madurez, confiesa a Rockdelux: “La mayor revelación se ha producido al observar la panorámica general: durante mi vida la población global ha aumentado más de un 180%. Hoy el mundo es completamente distinto al de mis 11 años, cuando tuve mi primera cámara. También cuando embarqué en mi primer viaje por carretera a través de Norteamérica, el cual me sirvió de base para muchos de mis trabajos iniciales. Y, si pienso incluso en hace una década, la única constante real es la propia condición humana. Todo lo demás –desde la tecnología a la industria, pasando por el ritmo del progreso humano y el retroceso de la naturaleza como consecuencia de todo lo anterior– ha sufrido innumerables cambios de paradigma; reflexionar sobre ello puede dejar sin aliento. Si algo he aprendido, considerando todo esto, es que nunca ha sido más urgente un futuro que posibilite una vida sostenible en el planeta. El estado de la crisis climática y su impacto en el mundo, en todos los aspectos, también ha influido en mi vida personal y profesional. En los últimos cuarenta años, cada uno de los procesos humanos e industriales de los que he sido testigo a través de la fotografía me ha transformado de un artista entusiasta que observaba todo lo que lo rodeaba a un dedicado guardián del medio ambiente que ya no mantiene la distancia objetiva”.

“Me gustaría que mi trabajo formara parte de un cambio global de conciencia. Que mis fotografías y películas no solo conciencien sobre el impacto de la industria y el progreso humanos en el planeta, sino que también inspiren acciones positivas para un futuro más sostenible, algo que me apasiona conseguir”

Una verdad incómoda

PHotoEspaña ha premiado su trayectoria en 2023. Dentro de la selección oficial de este festival, se puede ver la exposición “African Studies” en el espacio madrileño CentroCentro hasta el 1 de octubre, la cual recoge una selección de fotografías del extenso conjunto que hizo entre 2015 y 2019. En su mayoría son perspectivas aéreas –publicadas en el libro del mismo título por la editorial Steidl en 2022– donde reflexiona sobre entornos sometidos a una rápida expansión industrial y productiva, sobre todo en el África subsahariana, moldeados por diversos procesos de extracción de recursos: desde minas de zafiro artesanales de Madagascar a salinas en Senegal, pasando por los paisajes residuales que deja la extracción industrial mecanizada de petróleo, carbón, hierro, oro o diamantes, que combina con entornos naturales prístinos –como las montañas Tsaus en Namibia o el lago Logipi en el valle del Rift en Kenia– como recordatorio de la fragilidad y finitud terrestre.

“Empatizo con la ansiedad climática que experimenta la gente hoy, especialmente las generaciones más jóvenes”, explica sobre el posible efecto que su trabajo pueda tener en algunos espectadoras de su obra. “Yo mismo la experimento ante todo lo que he presenciado, pero tengo esperanza. ¿Necesitamos actuar urgentemente para mitigar lo peor y cualquier otro daño irreversible al planeta? Sí, creo que es posible. Está en nuestra mano como sociedad global innovar, actuar y hacer cambios positivos rápidamente. Hemos demostrado nuestra capacidad para movilizarnos con velocidad y eficacia en momentos de extrema necesidad en innumerables ocasiones. Pero no podemos hacerlo solos, ni dejar que las nuevas generaciones lo resuelvan cuando ya no estemos. Necesitamos la influencia y el compromiso tanto de los gobiernos como de las empresas a escala local y mundial para contribuir a la solución, así como a la ejecución de esos cambios”, dice.

Burtynsky ya ha pasado a la historia de la fotografía. Su obra se estudia en escuelas y universidades. Cuando muera, “como a cualquier artista”, le encantaría “ser reconocido por el poder del arte en sí mismo, pero sí considero mi legado desde una perspectiva más amplia”. Así lo explica: “Me gustaría que mi trabajo formara parte de un cambio global de conciencia. Que mis fotografías y películas no solo conciencien sobre el impacto de la industria y el progreso humanos en el planeta, sino que también inspiren acciones positivas para un futuro más sostenible, algo que me apasiona conseguir”.

Una mirada distinta

Conscientes del poderoso efecto que las imágenes de Burtynsky ejercen sobre quien las observa, recorremos algunas de las piezas más significativas de la exposición “African Studies”.

“Camel Caravan #1”. Depresión de Danakil, Etiopia, 2018 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
“Camel Caravan #1”. Depresión de Danakil, Etiopia, 2018 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
A la Depresión de Danakil la llaman “el lugar más cruel de la Tierra” o “Tierra de muerte”. Es una cuenca árida en el nordeste de Etiopía a cien metros bajo el nivel del mar que proporciona sustento a miles de familias afar que extraen sal, casi toda la que se vende en Etiopía. La temperatura media es de 34ºC, pero alcanzó 52ºC cuando Burtynsky tomó esta fotografía de una caravana de dromedarios transportando sal al mercado de Berahile, creando dificultades en la cámara y en el dron con el que trabajaba. Un trayecto de más de cincuenta kilómetros que dura tres días. Los afar extraen aproximadamente 1,3 millones de toneladas de sal al año, la consideran “oro blanco” y protegen la depresión celosamente de la industrialización. Arrancan grandes placas de las antiguas costras de sal y las cortan con hachas en forma de losetas que los comerciantes atan y transportan todos los días en miles de burros o camellos. Los mineros deben viajar hasta dos horas cada mañana para llegar temprano, antes de que el calor sea insoportable para trabajar, pues llega a producir muertes. Ganan de media un birr –unos cinco centavos de dólar– por cada loseta de sal que cortan. En una jornada se producen unas doscientas losetas.

“GERD #7”. Región de Benishangul-Gumuz, Etiopia, 2019 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
“GERD #7”. Región de Benishangul-Gumuz, Etiopia, 2019 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
La imagen es una sección de la esclusa de la mayor presa hidroeléctrica que se está construyendo en el continente africano, en Etiopía, en el curso más profundo del Nilo, la cual ha suscitado una gran controversia con Egipto porque teme que pueda tener consecuencias catastróficas río abajo. Incluso un colaborador de Burtynsky fue asesinado, según contó cuando visitó Madrid con motivo de la inauguración de la exposición. Para crear sus enormes muros de hormigón se necesitan entre diez y quince años de vertido constante del material. “Tengo la impresión de que en los últimos veinte años la globalización ha podido llegar aquí a su destino final, porque no quedan muchos lugares en la Tierra donde se pueda encontrar mano de obra dispuesta a trabajar por cinco dólares al día, o menos”, comenta Burtynsky en la cartela que acompaña a la fotografía en la exposición.

“Lake Logipi #1”. Gran Valle del Rift, Kenia, 2017 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
“Lake Logipi #1”. Gran Valle del Rift, Kenia, 2017 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
“Salt Encrustations #2”. Lago Magadi, Kenia, 2017 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
“Salt Encrustations #2”. Lago Magadi, Kenia, 2017 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.

Del número total de lagos del continente africano, Kenia cuenta con 64, casi el diez por ciento del total. Ocho de ellos constituyen los principales lagos del Valle del Rift. De norte a sur: Turkana, Logipi, Baringo, Bogoria, Nakuru, Elmenteita, Naivasha y Magadi. De estos, solo los Baringo y Naivasha son de agua dulce. Logipi es salino y alcalino, está en el extremo septentrional del árido valle de Suguta, en el norte del Rift. En su orilla septentrional y en Cathedral Rocks, cerca de su límite meridional, descargan aguas termales que contribuyen a mantener el agua en épocas de extrema aridez, con una composición de bicarbonato sódico. En sus márgenes hay costras salinas eflorescentes. Los flamencos suelen habitar la zona, la más importante del mundo donde se alimenta esta especie. El sistema de lagos es clave en la ruta migratoria de Asia Occidental y África Oriental que sigue un gran número de aves cada año desde los lugares de incubación en el norte para invernar en África. Algunas partes reciben la visita de las poblaciones de aves más diversas del planeta y albergan trece especies amenazadas globalmente. Es una importante región de nidificación y cría de los pelícanos comunes, alberga poblaciones de gran importancia de zampullín cuellinegro, espátula africana, avoceta común, zampullín común, tántalo africano, cigüeñuela, gaviota cabecigris y pagaza piconegra. En las tierras que rodean los lagos viven grandes poblaciones de rinoceronte negro, jirafa de Rothschild, gran kudú, león, guepardo y perros salvajes.

“Sishen Iron Ore Mine #2”. Kathu, Sudáfrica, 2018 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
“Sishen Iron Ore Mine #2”. Kathu, Sudáfrica, 2018 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
“Tailings Pond #2”. Mina Wesselton, Kimberley, Sudáfrica, 2018 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
“Tailings Pond #2”. Mina Wesselton, Kimberley, Sudáfrica, 2018 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.

A lo largo de su trayectoria profesional, Burtynsky ha documentado la extracción petrolera y minera. Esta última se entiende por “sobrecarga” –también llamada “desechos” o “despojos”– a la roca, el suelo y el ecosistema que se encuentra encima del área de explotación, sobre la veta del material que se extrae, la cual se elimina durante la extracción. Los “relaves” son el material que queda tras haber extraído los componentes económicamente valiosos del mineral. La visión aérea de estos paisajes residuales resulta paradójicamente fascinante y perturbadora.

“Tsaus Mountains #1”. Sperrgebiet, Namibia, 2018 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
“Tsaus Mountains #1”. Sperrgebiet, Namibia, 2018 © Edward Burtynsky, cortesía de Nicholas Metivier Gallery, Toronto / Flowers Gallery, Londres.
En el texto elaborado por Burtynsky para acompañar esta poderosa imagen, asoma el artista políticamente comprometido, incansable en su misión, que encuentra en una serie de imágenes el necesario espacio de compromiso, de pura contemplación: “Sobrevolar Kenia en 2015 me proporcionó una vista de los paisajes del valle del Rift; allí me sorprendió la extraordinaria gama de la paleta de colores y los tonos brillantes y suntuosos. Ver ese paisaje primordial al principio del proyecto inspiró otro hilo de exploración, una serie sobre los paisajes vírgenes de África. Fotografié muchos paisajes naturales, pero las montañas Tsaus del Sperrgebiet, en Namibia, son unas de las formaciones terrestres más inquietantemente bellas que he visto. Sus estructuras topográficas y su riqueza de color parecen trascender por completo la idea de paisaje y entrar en un reino puramente abstracto. La búsqueda de paisajes más naturales y vírgenes también me llevó a Tanzania y Botsuana. La inmensidad y la belleza de la naturaleza salvaje de estos países fue una especie de revelación y también me proporcionó el contrapunto a una prolongada exposición a paisajes muy industrializados, agricultura y desarrollo urbano”. ∎

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