Series

El club de la medianoche

Mike Flanagan y Leah Fong(T1, Netflix)
https://assets.primaverasound.com/psweb/hp3zw78kyorek93quzem_1666794913104.jpg

En las series de Mike Flanagan siempre hay el deseo expreso de otorgar a la oralidad un papel esencial como elemento vertebrador de la puesta en escena y de la fibra misma del relato. En “La maldición de Hill House” (2018) y “La maldición de Bly Manor” (2020) la estructura narrativa –por momentos lineal, pero casi siempre sometida a torsiones y arrebatos– está tejida por un tipo muy especial de diálogo entre personajes, aquel en el que la conversación constituye casi un elemento terapéutico. Algo parecido ocurre en Misa de medianoche” (2021), en la que el acto conversacional de la confesión o el espectáculo oral del sermón se hacen omnipresentes. Poco importa, en realidad, que los personajes de Flanagan no tengan escapatoria de los tormentos provocados por sus traumas psicológicos o por las amenazas sobrenaturales; mientras sufren, intentan sanar mediante la palabra, aunque esta acabe siendo, en vez del esperado bálsamo, la fuente de nuevas calamidades.

Esto no quiere decir que Flanagan no sea un creador capaz de dotar a sus imágenes de la potencia expresiva que el género requiere, como se muestra constantemente en su obra cinematográfica. De hecho, uno casi podría aventurar que hay dos encarnaciones de Mike Flanagan: el que construye imágenes poderosas –y que se movería en el terreno del terror– y el que fía el poder de su relato a la palabra y que se mueve en el terreno del drama. Quizá todo esto se entienda mejor al hablar de “El club de la medianoche” (2022), el nuevo drama de terror del director de adaptaciones cinematográficas de Stephen King tan notables como El juego de Gerald” (2017) o “Doctor Sueño” (2019), creado en esta ocasión junto a Leah Fong.

“El club de la medianoche”, basada en la obra de Christopher Pike, parte de la sugerente premisa de una chica que, tras recibir el diagnóstico de que padece cáncer terminal, decide ingresar en una residencia para jóvenes en su misma situación. Allí los jóvenes, en particular el personaje protagonista, intentan desentrañar un misterio que implica curaciones misteriosas, rituales de sangre, cultos impíos y dioses antiguos. Entretanto, al final de cada jornada, al filo de la medianoche, se reúnen para compartir historias de terror. Así, mientras la trama principal del enigma del lugar avanza, “El club de la medianoche” adquiere la naturaleza de serie antológica al funcionar en un doble nivel: en cada capítulo aproximadamente la mitad del metraje se dedica a la evolución del misterio y de todos y cada uno de los personajes que conforman el variopinto grupo, muy inclusivo en términos de representación, mientras que la otra mitad se dedica a una de las historias de miedo que narran los personajes.

https://assets.primaverasound.com/psweb/aetde1zw24oq6idkbaip_1666794750171.jpg

Cada uno de esos relatos contados al calor de la chimenea ofrece una lectura particular de un asunto clásico de la narrativa de terror. El catálogo incluye citas explícitas a los jump scares del j-horror, venganzas de ultratumba al estilo de los cómics de la EC, paradójicos viajes en el tiempo, fugas psicogénicas, reescrituras del tema del pacto fáustico combinadas con una imaginativa aproximación a la figura del doble fantasmagórico, psycho killers, brujería y hasta ciencia ficción en la línea de “Terminator” (James Cameron, 1985). Poco importa que el conjunto de la antología sea desigual y que unas historias funcionen mejor que otras, porque la esencia de “El club de la medianoche” no está tanto en la calidad de los relatos entendidos como propuestas creativas individuales, sino en la exploración del poder de la narración en sí. A partir de la idea de que asustar a jóvenes que están condenados a una muerte inminente y segura no es tarea fácil, pronto la serie se desliza del terreno del drama juvenil a un territorio netamente fantástico, en el que las imágenes especulan sobre la posibilidad hauntológica de que la palabra y el relato sean, en sí mismas, fuerzas que generan fantasmas.

Con sus píldoras de ficción que infectan la realidad y dislocan el espacio y el tiempo, con la confortable nostalgia que invocan sus referencias a la cultura pop de los 90 y con su decidida apuesta por la idea circular del inminente desenlace funesto, “El club de la medianoche” nos ofrece –desde el bien codificado territorio del misterio sobrenatural para jóvenes– una mirada fresca al eterno tema del sentimiento de angustia ante un mundo inhóspito y cruel. La serie nos invita a acompañar a sus jóvenes protagonistas en los momentos de aceptación del destino y los instantes de pánico exacerbado frente a la certeza de una muerte próxima. Destacan en el conjunto las eléctricas actuaciones del grupo de chicos y chicas, capaces de transportarnos de sus melodramáticos puntos de partida a lugares mucho más oscuros. ∎

La oscuridad de la muerte (anunciada).
Etiquetas
Compartir

Lo último

Contenidos relacionados