Hasta hace tan solo cinco días, el estadounidense Joe Matt (Lansdale, 1963-Los Ángeles, 2023) mantenía su habitualmente inquieta presencia en Facebook. En un solo día, escribía acerca del dibujante del comic book clásico Bernie Krigstein, dedicaba una extensa publicación a su cine favorito de Los Ángeles o adjuntaba una captura del hallazgo en redes de uno de sus dibujos hechos en dos minutos. Hace algo más de 24 horas, el dibujante Matt Wagner anunciaba en esa misma red social el repentino fallecimiento de su amigo y colaborador. Joe Matt, que había estado quejándose de dolores en el pecho durante los últimos tres meses, no se podía permitir acudir a un médico por motivos económicos. Ha muerto a los 60 años mientras trabajaba en su mesa de dibujo, aparentemente por un ataque cardíaco.
Con su dibujo caricaturesco y elástico y su honestidad brutal a la hora de retratarse a sí mismo y a sus manías y obsesiones, Joe Matt logró conectar los cómics underground de Robert Crumb y el “American Splendor” (1976-2008) de Harvey Pekar con la generación X de los años noventa, la del indie y el desencanto, que daría alas a un puñado de autores que publicaban sus experiencias vitales en comic books en blanco y negro.
Joe Matt se crió en una familia católica de clase trabajadora en la que el dinero siempre escaseaba. Este hecho lo marcaría de por vida, forjando una nada disimulada tacañería cuyo relato ilumina algunos de los pasajes más memorables de sus obras. Fue en su infancia donde descubrió las tiras de prensa “Peanuts” (1950-2000), de Charles Schulz, y “Li’l Abner” (1934-1977), de Al Capp, que lo acompañarían durante el resto de su vida y marcarían de manera significativa su manera de entender la narrativa secuencial.
Tras graduarse en la Escuela de Arte de Filadelfia e intentar sin éxito iniciar una carrera como ilustrador comercial, Joe Matt realizó labores de asistente para su amigo y compañero de estudios Matt Wagner, destacado autor del cómic independiente estadounidense con sus series “Grendel” (desde 1982) y “Mage” (1984-2019). El éxito y apoyo de Wagner lo animó a dar sus primeros pasos como dibujante de cómics. La editorial Kitchen Sink comenzaría a publicar de manera serializada las historietas monográficas de Matt, a menudo de una sola página, que posteriormente serían reunidas en el volumen “Peepshow. The Cartoon Diary of Joe Matt” (Kitchen Sink, 1992-Drawn and Quarterly, 1999), publicado en España por la editorial Fulgencio Pimentel en 2015 bajo el nombre “Peepshow. El diario en tebeos de Joe Matt”. Sería el germen de una serie en formato comic book que, a través de catorce números (concluyó en 2006), narró varios momentos de la vida del autor sin filtro, en los que se retrataba a sí mismo como un maniático tacaño y pajero cuya manera de proceder le hacía enredarse en situaciones delirantes. Una sinceridad tan brutal que, a menudo, rozaba el escarnio. “Peepshow” ha sido recopilada en España en “Peepshow” (1996; La Factoría de Ideas, 2000; y reeditado como “Pobre cabrón” por La Cúpula en 2006), centrada en la relación con una de sus primeras novias; “Buen tiempo” (2002; La Cúpula, 2005), que revive un fin de semana de su niñez en los años setenta, y “Consumido” (2007; Fulgencio Pimentel, 2015), crónica de sus obsesiones masturbatorias y sus dificultades creativas.
Joe Matt aterrizó en España de la mano de la extinta editorial La Factoría de Ideas, que publicó el contenido de “Peepshow” en tres tebeos entre junio y diciembre de 2000. Tras ello, sería la editorial La Cúpula quien se haría cargo de recuperar al autor. “Joder, Joe, no nos lo queremos creer. Donde tú nos llevabas, no nos llevaba nadie”, publicaba en Twitter/X la cuenta de la editorial que cuenta en su catálogo con “Pobre cabrón” y “Buen tiempo”. Emilio Bernárdez, editor de La Cúpula, lamenta el fallecimiento de un autor único al que nunca llegó a tratar en persona: “Casi todo el contacto era a través de cosas que nos contaba Chester Brown”, recuerda. Bernárdez destaca cómo La Cúpula encontró rápidamente virtudes en un autor que “pegaba mucho con nosotros, porque era irrespetuoso y muy sincero, además de tener un trazo inolvidable, muy personal”.
La editorial Fulgencio Pimentel ha sido la última en publicar a Joe Matt en España, con “Consumido” y “Peepshow. El diario en tebeos de Joe Matt”. Su editor, César Sánchez, cuenta que se enteró del fallecimiento a través de Simon Hanselmann y Sammy Harkham, dibujantes a los que también publica y que se veían de manera regular con Matt. Sánchez recuerda con cariño los intercambios epistolares mantenidos con el dibujante a lo largo de los años y su calidad humana. “Siempre he pensado que Joe Matt era un tipo muy generoso, que con él mismo no tiene piedad pero que al resto de personajes los retrata con muchísimo calor y verdad”, asegura. “Eso me hace ver que era un tipo con enorme humanidad, solo hay que ver cómo están reaccionando muchos de los que eran sus amigos. Lo han querido mucho”, concluye.
César Sánchez considera a Joe Matt un extraordinario autor de cómics injustamente olvidado durante los últimos años. “Creo que estos tiempos no estaban hechos para él, pero estoy seguro de que, si llega este último libro que estaba preparando, del que tenía ya muchos lápices dibujados, habría vuelto a despertar interés y habrían aparecido nuevos lectores”, asegura. Y destaca como Joe Matt era “un narrador estupendo y alguien que concitaba mucha magia, porque te hacía reír, te asombraba su nulo sentido del pudor y su aberrante serie de confesiones”. ∎