Bautizado por la crítica como uno de los niños prodigio del cine de autor y enfant terrible, desde que Xavier Dolan debutó jovencísimo con la ficción autobiográfica “Yo maté a mi madre” (2009) no deja de suscitar interés todo lo que escribe, dirige e interpreta.

A lo largo de toda su filmografía ya existía en el director canadiense un interés por hurgar en las dinámicas, presiones y opresiones que giran alrededor de la estructura de la familia. Lo exploró de forma más evidente en “Yo maté a mi madre”, “Mommy” (2014) o “Solo el fin del mundo” (2016). Ahora, Dolan realiza el salto al formato televisivo con la miniserie “La noche que Logan despertó” (2022; Filmin, 2023), y se entiende como una prolongación magistral de su cine en la que explora, de nuevo, la disfuncionalidad de un núcleo familiar.

La serie se desarrolla y resuelve en cinco capítulos. Cinco noches que parten de la muerte de la matriarca de la familia Larouche, interpretada por su actriz predilecta Anne Dorval y cuyo fallecimiento sirve para remover la historia de Mimi (Julie LeBreton) y su hermano Julien (Patrick Hivone), quienes formaban un trío inseparable con su amigo Logan (Pier-Gabriel Lajoie). Su relación se rompió abruptamente cuando Logan intenta violar a Mimi y sus familias quedan destrozadas.

Treinta años después, Mimi, convertida en una prestigiosa tanatopractora, regresa a su ciudad natal para embalsamar el cuerpo de su madre. El reencuentro con su familia hace que los rencores y las viejas heridas resurgen con más fuerza que nunca para revelar qué pasó realmente durante esa fatídica noche de principios de los noventa.

Dolan, a través de la fotografía, logra una espeluznante atmósfera de misterio, donde todos los personajes son susceptibles de esconder conductas miserables. Por un lado, Denis (Éric Bruneau) representa al hermano responsable que posee una tendencia natural a cuidar de su familia. Por otro, Elliot (interpretado por el mismo Dolan) personifica al hijo menor de la familia, la oveja negra que está en rehabilitación por drogadicción y que tiene un permiso por la defunción de su madre. El hijo mayor no es menos complicado, Julien (Elijah Patrice-Baudelo), exalcohólico que ha vuelto a retomar sus estudios de filosofía en la universidad, casado con Chantal, aquella mujer que lucha por la unidad de su familia política. Mimi es la cuarta hermana y la quinta pieza en el tablero, quien vuelve con sed de vengar su adolescencia traumática.