Hamnet/Hamlet, Agnes/Anne: la historia de uno de los hijos y de la mujer de William Shakespeare es el material principal sobre el que Maggie O’Farrell (Coleraine, 1972) construye “Hamnet” (2020; Libros del Asteroide, 2021), nueva demostración del poderoso torrente narrativo de la escritora norirlandesa.

¿Novela histórica? Sí y no: hay detalles contrastados, pero la vida del bardo de Stratford-upon-Avon está tan llena de lagunas como para permitirse fabular a partir de lo conocido. Y a O’Farrell no le interesa tanto la Historia, con mayúsculas, como recrear un universo cotidiano repleto de los detalles más comunes y de los sentimientos más extremos.

Tras sumergirnos en las más de 300 páginas de “Hamnet” parece que hemos vivido en las calles de Stratford y en los campos de Warwickshire: la fuerza de la prosa traspasa cualquier barrera que impone el tiempo y la Inglaterra de 1600 se nos revela absolutamente contemporánea. Pero lo verdaderamente importante en la octava novela de O’Farrell, además de la muerte del hijo a los 11 años, supuesto germen de una de las grandes tragedias shakesperianas, es el retrato de Agnes: una mujer inteligente y decidida, curandera, independiente, curiosa y fuerte, anclaje de una vida familiar que le permitió al escritor (y comerciante) abandonar el hogar y hallar la gloria eterna en el Londres isabelino. Ella encarna a todas esas mujeres sepultadas por la Historia, compañeras de “grandes hombres” que como mucho obtienen una condescendiente nota a pie de página en las biografías. O’Farrell corrige y reivindica, sin necesidad de grandes discursos, simplemente dotándola de humanidad y voz y colocándola en el centro de una historia deslumbrante donde realismo y aliento poético confluyen en una novela extraordinaria con páginas de una maestría excelsa (el relato de la llegada de la peste desde Asia hasta Inglaterra, por ejemplo). Imprescindible. ∎