En 2015,
la primera entrega fue un logro inesperado.
Aziz Ansari, junto con el guionista
Alan Yang, propuso una serie de desbordante creatividad y de gran audacia a la hora de manejar el formato como un concepto maleable. En su continuación, la apuesta de
“Master Of None” (Netflix, 2017) es todavía más alta y los resultados se muestran formidables al ampliar la profundidad de temáticas, personajes y enfoques. Con un arranque de altura en Módena para el que usan un Cinemascope en blanco y negro como guiño al neorrealismo italiano, los autores, lejos del capricho, establecen las pautas de lo que va a ser la temporada.
Aun sin olvidar el amor por la cocina y al esencialmente romántico protagonista, “Master Of None” ofrece varios capítulos independientes magistrales. A destacar tres: “Acción de Gracias” (el octavo), una oceánica exploración de raza y sexualidad que abarca tres décadas de reuniones familiares; “Nueva York, te adoro” (el sexto), otro homenaje a la ciudad a partir de viñetas de las vidas de neoyorquinos anónimos, y “Primera cita” (el cuarto), tedio en incontables encuentros sin chispa romántica a través de una
app de citas. Portentos de la narración. ∎