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El guitarrista de The Doors había sido hasta ahora el único de los miembros del grupo sin libro en el que narrar su propia versión de su fulgurante carrera (a excepción, claro está, de Jim Morrison, que no tuvo tiempo para saborear en vida su propio legado al fallecer prematura e inesperadamente en 1971 a los veintisiete años de edad). Primero fue el batería John Densmore, publicando en 1991 “Riders On The Storm. My Life With Jim Morrison And The Doors”; y en 1999 Ray Manzarek, teclista del cuarteto, haría lo propio con “Light My Fire. My Life With The Doors”. Robby Krieger, el pacificador del grupo, que en el presente tomo se muestra como mediador entre las fuertes personalidades de los otros integrantes de la banda, ha esperado pacientemente hasta los 75 años para publicar su propia versión de los hechos, este “Set The Night On Fire. Entre la vida y la muerte. Tocando la guitarra con The Doors” (“Set The Night On Fire. Living, Dying And Playing Guitar With The Doors”, 2021; Alianza, 2022).
Escrito junto al cineasta y también músico Jeff Alulis, ex cantante de Dead Kennedys, Krieger se encarga aquí de rebajar la mística en torno a la mayoría de las historias legendarias en torno a Jim Morrison y el grupo. El músico prefiere arrojar luz para dejar ver las entretelas de la carrera de la banda, dejando a un lado la parafernalia y entregando un relato que no por más sencillo y creíble resulta menos apasionante y, por momentos, doloroso.
El californiano desgrana su historia en pequeños capítulos que se leen de manera ágil y amena, transmitiendo un remarcable sosiego en general pero sin escatimar detalles cuando toca pasar revista a la parte menos amable de su vida. En este sentido, dedica sendos capítulos a su escalada de adicción a la heroína y la cocaína mucho después del final de la banda y una vez superados los treinta; o al accidente automovilístico por el que una amiga quedaría postrada en silla de ruedas y que le atormentará durante años; incluso a la complicada personalidad de su hermano gemelo, entre otros momentos difíciles.
Además, como principal compositor del grupo junto a Jim Morrison, desvela el origen de la inspiración para componer algunas de las canciones más importantes de The Doors, con “Light My Fire” a la cabeza, desmitificando el proceso de creación y otorgando la importancia merecida a los arreglos creados por sus compañeros, a quienes siempre reconoce sus valiosas aportaciones. En general, hace gala de una profunda admiración por el trabajo en equipo, que afirma valorar muy por encima de las individualidades de cada miembro del grupo. Este es uno de los rasgos que también remarca especialmente en la personalidad del malogrado Morrison, quien según su compañero siempre prefirió ser parte de un grupo a destacar como solista. El guitarrista presenta al mítico cantante y poeta como alguien de personalidad magnética y gran talento, pero también incapaz de escapar de sus demonios, caprichoso y generoso, inmaduro e impredecible.
Haciendo gala de un oportuno y fino humor, Krieger no tiene reparos en reconocer la importancia de los bulos y exageraciones que han cimentado la leyenda de The Doors y que han posibilitado que su obra permanezca viva, pero también deja espacio para la crítica hacia quienes han difundido su historia con poca veracidad, como Oliver Stone –especialmente interesante resulta el capítulo dedicado a la película que el director estrenó en 1991 basándose en la historia del cuarteto– o los propios Manzarek y Densmore, a quienes acusa de sobredimensionar los momentos más peliagudos de la ya de por sí accidentada carrera de la banda. Aun así, el músico reserva palabras de cariño y agradecimiento para todos ellos.
Las memorias de Krieger son un tesoro para cualquier aficionado interesado en conocer parte fundamental de la historia de The Doors, contada desde un punto de vista privilegiado, único y veraz, alejándose premeditadamente de la dramatización exagerada de los hechos. Y reflejan la serenidad de quien escribe desde un momento vital en el que lo único que importa es la verdad y la paz con uno mismo. ∎