El 19 de abril de 1993 las llamas devoraron el complejo Mount Carmel, construido por la secta de los davidianos a las afueras de Waco (Texas). En su interior perdieron la vida ochenta y dos personas, entre ellas más de veinte niños. El incendio llegó tras cincuenta y un días de asedio por parte del famoso FBI y la ATF (Bureau Of Alcohol, Tobacco, Firearms And Explosives, traducido como Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos). El primer día del asedio, numerosos agentes de la ATF trataron de asaltar el recinto y se encontraron con una férrea resistencia de los davidianos, que respondieron con un arsenal de armas como si de un pequeño ejército se tratara. Cuatro agentes resultaron muertos y varios heridos de bala de diversa consideración. Entre los miembros de la secta también hubo heridos aquel 28 de febrero, entre ellos su líder, Vernon Howell, quien tiempo atrás había cambiado su nombre por el que terminaría siendo mundialmente conocido, David Koresh. El presente libro narra la biografía personal del hombre y su transmutación en el personaje.

Hijo de madre adolescente y criado en primera instancia por sus abuelos, Howell conoció desde muy temprana edad el rechazo. Sus dificultades para el aprendizaje lo llevarían a sufrir continuas burlas en el colegio y terminaría siendo víctima de abusos sexuales por parte de algunos de sus compañeros de mayor edad. Su carácter introvertido le hizo refugiarse en los coches, la música –fue muy buen guitarrista– y en la religión.

Su fanatismo religioso generó la exploración de diferentes opciones antes de dar con los davidianos, donde en tiempo récord pasaría de ser un miembro poco considerado a liderar la comunidad. Sus seguidores creyeron los mandatos de un Koresh que se fue radicalizando progresivamente. Lo tomaron por reencarnación de Dios en la tierra. Él mismo pareció llegar a creerlo. Su predicamento anunciaba el final de los tiempos según predice la Biblia a través de los Siete Sellos del Apocalipsis. Sus devotos fueron capaces de justificar su pederastia y su actitud dictatorial, acatando sin cuestionar ni oponerse a cualquier capricho o mandato del líder. Aquella escalada de fanatismo desembocó en una obsesión por el Apocalipsis y por las armas, con compras masivas de munición y armamento de todo tipo que terminarían por levantar las sospechas de las autoridades y derivarían en el asalto y posterior asedio ya conocidos.

El periodista y escritor neoyorquino Stephan Talty toma como referencia técnica el estilo de Norman Mailer en “La canción del verdugo” (1973) –hacer numerosas entrevistas para después tejer su propia narrativa– para contar la historia personal de Howell/Koresh, desde su nacimiento hasta su muerte por un disparo en la nuca durante el incendio en Mount Carmel. Escrito con maestría, “Koresh. La verdadera historia de David Koresh y la tragedia de Waco” (“Koresh. The True Story Of David Koresh And The Tragedy At Waco”, 2023; traducción de Héctor Castells) es un texto hipnótico que atrapa desde sus primeras líneas.

El libro refleja la literalidad de los acontecimientos, revelando la personalidad torturada y bipolar de Koresh, así como su narcisismo y crueldad con los más débiles. Pero también sugiere cierto patetismo presente tanto en el propio protagonista como en aquellos que cayeron presa del embrujo de sus palabras. Por otro lado, en su recta final y desde la distancia de la mirada del autor, quedan también en evidencia las lagunas y torpezas en las relaciones de los distintos grupos gubernamentales implicados en los días del asedio. Estos desacuerdos y su falta de comunicación derivarían en dos formas diametralmente opuestas de encarar el problema, algo que precipitaría un final con el peor desenlace posible.

La de Koresh y la rama davidiana de Mount Carmel es, en fin, una historia dramática y esperpéntica que no por conocida deja de sorprender. Tras su lectura, quedan flotando en el aire diversas reflexiones de carácter antropológico, ontológico, moral e incluso político que cada cual deberá valorar como pueda. ∎