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Los padrinos del slowcore Codeine, originalmente disueltos en 1994, tuvieron un momento de revival en 2012, cuando volvieron a dar algunos directos y reeditaron toda su breve, pero intensa y densa, discografía a través de Numero Group. La caja “When I See The Sun” reunía sus álbumes (“Frigid Stars”, de 1990; “The White Birch”, de 1994) y el EP que sirvió de intermezzo (“Barely Real”, de 1992), además de una vasta colección de singles, maquetas, grabaciones en vivo y extractos de sus “Peel Sessions”.
Parecía que estaba todo dicho, o publicado, pero ahora el mismo sello sigue cultivando el culto a estos predecesores de la turbia parsimonia de Low y Bedhead con la publicación de “Dessau”, especie de recreación póstuma, muy póstuma, del que debió ser en realidad su segundo álbum.
En verano de 1992, Stephen Immerwahr (voz, bajo), John Engle (guitarra) y Chris Brokaw (batería) se juntaron en los estudios Harold Dessau Recording de Nueva York para dar continuación a “Frigid Stars” del brazo, otra vez, del productor Mike McMackin. Todos parecieron satisfechos con las grabaciones de los ocho temas elegidos. Todos salvo Immerwahr, inquieto por unas frecuencias agudas que, según él y tan solo él, arruinaban las pistas vocales. Fue por decisión suya que el repertorio acabó en la papelera de reciclaje.
Hemos oído ya estas canciones, pero en versiones grabadas posteriormente, con Brokaw ya fuera del grupo, sustituido por el no menos dotado Doug Scharin. En algunos casos no existe tanta diferencia entre las versiones conocidas y estas repescadas por Numero Group con ayuda del productor McMackin. Es el caso de, sobre todo, “Jr” y “Realize”, ambas incluidas finalmente en “Barely Real”; a la primera solo le falta la guitarra ruidosa de Jon Fine.
Pero en la mayoría de temas, la diferencia es importante y hasta se puede pensar que Immerwahr pensaba bien al pensar que podían sonar mejor. Esa toma de “Tom” sabe a poco frente a la imponente catedral sónica diseñada para “The White Birch”; se echan en falta el mayor espacio entre sonidos, la profundidad del bajo o más fuerza contenida en la batería. Como no pasó de maqueta (ya la habíamos oído en “When I See The Sun”), la folkie “I Wonder” se libra de las odiosas comparaciones. “Something New”, futura cara B del single de “Tom”, suena aquí naturalizada, directa, mientras que en la toma conocida venía cargada de eco y con los elementos seductoramente repartidos por el espectro del estéreo: bajo en el auricular izquierdo, acústica en el derecho, batería en el centro. El doblete final de esta nueva referencia, “Wird” y “Smoking Room”, era el mismo en “The White Birch”, sonando en este último el doble de contundentes. “Wird”, en concreto, aterraba cuando se ponía tormentosa.
Según ha explicado el propio Immerwahr, en aquel verano de 1992 tenía un miedo profundo y enfermante a que lo que querían conseguir estuviera fuera de su alcance. Era un miedo a todas luces infundado, pero igual necesitaban un respiro y algún cambio, como sucedió, para llegar hasta “The White Birch”. ∎