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Tener un sonido propio y que sea reconocible en segundos, si bien es o debería ser el objetivo de todo músico, no siempre se logra. Con Cypress Hill podemos asegurar, sin miedo a equivocarnos, que lo consiguieron. B-Real, Sean Dog, Eric Bobo y DJ Muggs cambiaron el sonido y la historia del hip hop, convirtiendo el rap latino en un género con sus propios códigos y elementos. Seguramente sea el grupo de rap latinoamericano más influyente de la historia. Y a sus múltiples premios y récords hay que sumar que fue el primer grupo de rap de origen latino en ingresar en el Paseo de la Fama.
Este contexto nos sirve para entender qué cabe esperar cada vez que Cypress Hill publica un nuevo disco. Sin embargo, nos vamos a llevar una decepción si esperamos que los californianos vuelvan a hacer explotar nuestros oídos con temas del nivel de “Insane In The Brain”, “Tequila Sunrise” o “What’s Your Number”. Aunque, tal como ya pudimos comprobar en su anterior disco, “Elephants On Acid” (2018), el grupo es capaz de mantener el nivel y respetar su identidad con su nueva música. Así lo hace en este nuevo álbum, ofreciendo un número de buenas canciones con algunos momentos de brillantez, que sin embargo parecen un escalón por debajo en cuanto a inspiración a la hora de igualar esas composiciones que convirtieron a Cypress Hill en leyenda.
“Back In Black” combina cortes que nos recuerdan a los mejores momentos de Cypress con otros más “comunes”, pero que no desmerecen su talento ni manchan su trayectoria. Así, el LP comienza con una magnífica “Takeover” que nos trae a la mente estas grandes canciones del grupo, donde un estribillo pegadizo sobre un tempo lento se quedaba grabado en nuestra memoria durante días. Una sensación que nos transmiten también “Bye Bye” y “Hit Em”, donde se atreven con una instrumental más rápida y original. Porque, si hay algo de lo que no se puede acusar a B-Real y los suyos, es de no innovar. Se han atrevido a fusionar su rap con reggae, dubstep, rock, sonidos hindús o rancheras, y prácticamente todo les ha salido bien. Su capacidad para incorporar elementos a su sonido y que se acoplen sin desentonar ni desequilibrar es una de sus grandes virtudes. Y aun así, quizá podamos decir que este “Back In Black” tiene el sonido más hip hop de los últimos discos que han publicado. “Champion Sound” y “Open Ya Mind” dan muestra de ello.
Este décimo de disco de Cypress quizá no sea el más destacado de su carrera –ese papel ya lo ocuparon “Black Sunday” (1993) y “III (Temples Of Boom)” (1995)–, pero sus seguidores no se sentirán defraudados con él. El sonido se respeta, Cypress no se va a dejar influenciar por modas o nuevas corrientes, y el espíritu que les hizo grandes se mantiene en cada una de las canciones. Si algo se echa de menos es alguna colaboración más con artistas de aquella escena de Los Ángeles que ellos ayudaron a expandir internacionalmente (véase Psycho Realm, La Coka Nostra, Delinquent Habits y un largo etcétera de grandes formaciones californianas). Pero es de buen recibo musical ver cómo un grupo con tanto éxito no pierde la pureza y se introduce en territorios más comerciales para mantener su posición. Porque “Back To Black” mantiene la esencia de Cypress de la primera a la última rima. ∎