Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.
Ya hace un par de años que Black Thought hablaba sobre esta esperada colaboración –aparentemente realizada a lo largo de quince años e inicialmente prevista con el (más) ingenioso título de “Dangerous Thoughts”– como “un disco de buen rollo, para gente que se aficionó al hip hop y evolucionó con él al mismo tiempo que nosotros”. Y algo así es lo que transmite desde sus primeras escuchas, que podría ser una (gran) obra de hip hop posnoventero, de cuando ya era un género con poso de madurez. También se ha vendido como el regreso de Danger Mouse al estilo de sus comienzos tras ese idilio con el mainstream que explotó con el “Crazy” de Gnarls Barkley (junto a Cee-Lo Green) y ha continuado hasta nuestros días produciendo o tocando en discos de decenas de artistas, entre los que figuran U2, The Black Keys, Adele, Sparklehorse, Gorillaz, The Good, The Bad & The Queen, The Rapture, Beck, Karen O o Michael Kiwanuka, que aquí canta el estribillo de “Aquamarine”, emocionante oda a la confusión de estos tiempos que vivimos: “todo arde alrededor / cuando vuelvo a cerrar los ojos / enemigos por todas partes / no lo entiendo, amigo”.
De hecho, aparte de producciones puntuales con raperos más o menos afamados, algunos también presentes en “Cheat Codes” como A$AP Rocky o Run The Jewels (en la impulsiva “Strangers”), el último proyecto propiamente hip hop en el que participó de principio a fin fue el “The Mouse And The Mask” de Danger Doom, en 2005, junto al fallecido MF DOOM, de quien rescata unas estrofas inéditas para la cinemática a lo James Bond “Belize”, donde se complementa su autobombo con el de Black Thought: “in Mexico, we the legendary dos cojones brothers”, suelta este; “fat rat, the mask made him batty as a mad hatter / known for his absurd word choices”, se describe en tercera persona DOOM con una imponente verborrea que hay que repasar con lupa, como todo el álbum en realidad.
El barco de colegas, o cast of thousands, incluye también al Wu-Tang Raekwon junto a Kid Sister en la titular, metáfora sobre pianito machacón de la vida como videojuego en el que necesitas esos códigos tramposillos para poder pasar pantallas sin morir en el intento; Joey Bada$$, Russ y Dyland Cartlidge se turnan en “Because”, con un infeccioso estribillo balanceándose sobre un oscuro sampleo sesentero, y Conway The Machine (del grupo Griselda) secunda una reposada “Saltwater” que se empantana un poco más de lo deseable.
A pesar de tanto invitado, no se percibe dispersión alguna. Todo va en la dirección que marcan sus protagonistas, en plena forma. El Ratón destapando su proverbial vis melódica y una gozosa ambientación de soul setentero de violines y agitación social, blaxploitation, boom bap (“No Gold Teeth” recuerda a esos ritmos de Cypress Hill y House Of Pain) y algo del darkcore de Wu-Tang Clan, y el experimentado MC de The Roots señalando la (todavía) insoportable condición del hombre negro en Estados Unidos: véase la propia “Cheat Codes”, el interludio con vibráfono de “Identical Deaths” o el emotivo final “Violas And Lupitas”, tomando ejemplo de las actrices Viola Davis y Lupita Nyong’o. Reverencia. ∎