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Para los que duden de la renovación de la canción francesa, el tercer álbum del grupo Feu! Chatterton acalla todas las discusiones. “Palais d’argile” significa su emancipación como banda que tanto abraza la tradición en su lengua como los sonidos contemporáneos venidos de todas partes y que les otorga definitivamente una personalidad propia que ya demostraron con “Ici le jour (a tout enseveli)” (2015) y “L’oiseleur” (2018). Esto es rock inspiradísimo, que conjuga a la perfección las letras y la voz de su cantante Arthur Theboul y que, en esta ocasión, se ha beneficiado de una producción ceñida a la electrónica analógica de Arnaud Rebotini (Black Strobe, banda sonora de “100 pulsaciones por minuto”).
El quinteto tenía que avanzar el disco en diez funciones escénicas en el Teatro de Bouffes du Nord de París en la primavera del año pasado, justo cuando se declaró la pandemia. Y pasaron directamente a grabarlo en el mítico estudio ICP de Bruselas, con el respaldo de Boris Wilsdorf (Einstürzende Neubauten). Aunque los tres primeros temas del álbum parezcan escritos bajo el influjo del confinamiento, “Monde nouveau” (el primer single), “Cristaux liquides” y “Écran total”, su reflexión sobre un mundo en que la realidad ha sido sustituida por las pantallas y la virtualidad, ya los habían imaginado antes. La portada azulada es una tarjeta de ordenador madre. Se trata de las canciones más electrónicas y bailables.
Pero luego llegan pasajes mucho más complejos y ensoñaciones melancólicas y apasionadas de Theboul, que se despliegan entre sosiego y electricidad en temas como “Avant qu’il n’y avait le monde”, “Aux confins” o el psicodélico de más de nueve minutos “Libre”.