En su estreno en solitario, Gaspard Augé, la mitad de Justice, le ha dado completamente la vuelta a lo que hizo del dúo el abanderado de la continuidad de los sonidos electrónicos franceses que inundaban el mundo hace una década y media. Al igual que Daft Punk, o mejor dicho siguiendo su estela, Justice ya había echado una mirada atrás, poniendo el freno de mano a los ritmos más abrasivos y decantándose por una electrónica más atemporal acorde a su edad.

Ahora, Augé ha decidido directamente ofrecer de regalo con “Escapades” una recreación de las bandas sonoras de los 70 y la llamada música de ilustración para acompañar imágenes. Un álbum de escapada con doce temas instrumentales que se suceden como si hubiera realizado la música para una película francesa o italiana de esa década prodigiosa en la utilización de orquestaciones y de sintetizadores. Y cita tanto a François de Roubaix, Alain Goraguer o Bernard Estardy como a Alessandro Alessandroni, el silbador de los scores de Morricone, remontándose a la década anterior.

De hecho, también explica que el disco surge de un proyecto descartado para una película de Quentin Dupieux, alias Mr. Ozio como músico, compañero suyo de escudería en Ed Banger, y con quien en 2010 firmó la banda sonora más expeditiva, “Rubber”.

En este ejercicio retrofuturista en el que se ha apoyado en el multinstrumentista Victor Le Masne, no hay ningún tema que quede como hit y estos se encadenan como una ambientación para películas imaginarias con unos momentos más inspirados que otros. Hay ráfagas de euforia en “Hey!” (al más puro estilo italo disco) y melancolía de los 70 en “Belladonne” (con esos coros evocadores servidos por Laura Etchegoyhen). Aunque el corte que mejor define el álbum es “Lacrimosa”, ensoñación congelada en el tiempo. Es la virtud y lo que limita el disco. ∎