Cuenta
Gruff Rhys que la idea a la hora de abordar su tercer disco al margen de Super Furry Animals era
“grabar un disco de baladas al piano”, pero que se aburrió y las cosas resultaron
“algo distintas”. Varios de los cortes de
“Hotel Shampoo” –titulado a partir de la colección de botellas de champú que Rhys ha ido reuniendo a lo largo de sus giras– encajan con esta dirección inicial:
“Vitamin K” parece lo más cerca que el peculiar universo del galés puede estar del de Burt Bacharach, y lo mismo podría decirse del dueto con la sueca El Perro del Mar,
“Space Dust #2”. También abundan los cortes de pop melódico más propios de los primeros trabajos de SFA que de los más recientes.
Pero no es que el nuevo álbum de Rhys en solitario, todo un salto hacia adelante respecto al intrascendente
“Candylion” (2007), sea convencional: solo que experimenta en otras direcciones. Los mejores momentos del disco, el arranque con
“Shark Ridden Waters” –con un
sample de “It Doesn’t Matter Anymore”, composición precisamente de Bacharach, en versión de The Cyrkle– y
“Christopher Columbus”, lo muestran jugando con material musical preexistente. No en vano el productor del disco es Andy Votel, artífice de Finders Keepers, sello inglés de reedición de rarezas con el que el galés ha colaborado en los dos volúmenes de las compilaciones “Welsh Rare Beats”. ∎