Contenido exclusivo

Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.

Inicia sesión

Álbum

Iseo & Dodosound

BlossomTwin Cats, 2022

23. 05. 2022

Solo darle al play a “Infinity”, uno de los cortes que les ha servido de adelanto de este nuevo trabajo, y ya he tenido la misma desconcertante sensación que cuando los descubrí en 2015 tras la publicación de su ópera prima, “Cat Platoon”. ¿Qué tienen Iseo & Dodosound (Leire Villanueva y Alberto Iriarte) que los hace tan peculiares? A priori podríamos decir que lo suyo es el reggae, pero no visitan ninguno de sus lugares comunes y además han conseguido un punto de equilibrio mágico entre lo orgánico y lo digital. Si a eso le sumas lo chispeante de su personalidad musical (desbordante en el plano escénico en el caso de Leire), tenemos una fórmula que se deja contaminar por escenas limítrofes como el pop y la electrónica, y que ha resultado exitosa desde el minuto cero. Iseo & Dodosound tienen ese don que hace que les abras de inmediato la puerta de tu corazón y les cedas con igual entrega el control de tus pies.

En 2017 confirmaron, con “Roots In The Air”, todo lo apuntado en aquella primera entrega, revalidando éxito en ventas y giras internacionales. Ahora, tras un impasse lógicamente más largo, vuelven a enseñar la patita y uno siente de nuevo mariposas en el estómago. La conexión es inmediata, como si no hubieran pasado los años.

“Blossom” nos devuelve ese encaje mágico entre las bases de digital-dancehall-reggae-dub de Alberto y las melodías de pop narcotizante de Leire, aunque cabe recordar lo que me contaban y Rockdelux publicaba hace cinco años: “Los dos nos ocupamos conjuntamente de las bases y de las partes vocales. Ninguno de los dos por separado podría hacer una canción de Iseo & Dodosound”. Los Mouse Hunters, sección de vientos habitual del dúo –trompeta, flauta, saxo tenor y saxo baritono–, vuelven a reforzar la propuesta junto a algunas colaboraciones, como las de Charlie Moreno a la guitarra y Juan Carlos Ontoria en los teclados.

El conjunto vuelve a ser más que la suma de las partes, y esa alquimia tan especial se plasma ahora en ocho nuevos cortes que han grabado en Asturias. Quizá por ello (y quizá por todo lo que ha sucedido en estos últimos años) el disco está transitado, más que en ocasiones anteriores, por una cierta melancolía que en ningún momento llega a dar al traste con la luminosidad que siempre ha sido su marca de fábrica; solo que esa luz parece ahora más serena, más madura y tamizada.

Por lo demás, los temas aquí reunidos vuelven a funcionar como perfectas píldoras de pop adictivo de las que hace faltar echar mano de vez en cuando para recuperar esa sensación de estar de nuevo en casa. Aunque confieso que siguen sorprendiéndome con cada nueva entrega y me hacen sentir como esos niños chicos que sienten la tentación de despiezar el artefacto que les acaban de regalar para descubrir cuál es el secreto que guarda en su interior. Y eso me gusta. ∎

Contenidos relacionados