El compositor y trompetista estadounidense
Jon Hassell fue alumno de Karlheinz Stockhausen, pero a mediados de los sesenta renegó de la música serialista, cuando comenzó a colaborar con Terry Riley y La Monte Young, los padres fundadores de la música repetitiva y minimalista. A finales de los setenta, Hassell terminaría desarrollando su propio movimiento musical de vanguardia, al que llamó “música del Cuarto Mundo” y que consistía en una mezcla de música electrónica y acústica (representando el futuro y la tradición) y de estilos como el minimalismo, el jazz, el drone, el ambient y las sonoridades procedentes de la músicas tradicionales africanas y asiáticas, con el sonido de su trompeta procesado electrónicamente.
En 1988 se unió al octeto
Farafina, la formación folclórica más importante de Burkina Faso, para grabar
“Flash Of The Spirit”, ahora reeditado. No era su primer álbum de músicas “transculturales” –entre 1978 y 1987 ya contaba con, al menos, cuatro o cinco discos de gran interés en su experimentación con la simbiosis entre las sonoridades contemporáneas y las atávicas, incluidos los dos primeros volúmenes de sus colaboraciones con Brian Eno–, y no fue tampoco el más entendido, en esos momentos.
Sin embargo, los armónicos de la trompeta sintetizada de Hassell se contraponen perfectamente con el zumbido de los balafones (instrumentos de percusión similares a los xilófonos o las marimbas, provistos de resonadores de calabaza) de Farafina, que les sirvió, además, para que al año siguiente colaboraran con Ryuichi Sakamoto y The Rolling Stones, en sus respectivos álbumes “Beauty” (1989) y “Steel Wheels” (1989). ∎