Lo mejor de Judit Neddermann es la amabilidad y calidez, la mirada limpia que desprenden sus canciones. Por ello, el título de su nuevo álbum, “LAR”, resulta muy apropiado, ya que, al escucharlo, el oyente se siente bienvenido y acogido. Se percibe el mimo con que cada uno de sus temas ha sido arreglado e interpretado. A ello hay que sumar un clima general de optimismo, una búsqueda de la calma curativa tras las tempestades de los últimos años. Todo ello se suma a la tendencia creciente de introducir canciones en castellano (cinco aquí, junto a otras cinco en catalán) y afirma su voluntad de llegar a un público más amplio, probablemente a subir escalafones como cantautora adulta de qualité.

“La llave de la alegría”, por su propio título, es una canción inicial más que simbólica. Pero también por su forma de introducirnos en su presente recurriendo a su pasado y sus antecedentes: se trata de un tema tradicional que grabó Eliseo Parra junto a Javier Paxariño y Juan Alberto Arteche en su álbum “Tribus hispanas” (1998), pero que también cantó Judit como integrante del proyecto Coetus. En esta versión, trae de vuelta al cabecilla de Coetus, Aleix Tobias, e invita a cantar al propio Eliseo Parra con un resultado gratificante. “Fum”, “Llum al cel” y “Els teus ulls” también destacan como medios tiempos que te acunan entre sus efluvios de folk y jazz.

Pero, al mismo tiempo, se percibe cierta frustración, en el sentido de que la cantautora suena acomodada, para bien y para mal. Uno habría agradecido que jugase menos sobre seguro y sacara los pies del tiesto en busca de más aventura, también en lo que respecta a los textos. El clima general de optimismo, por ejemplo, termina sonando almibarado, demasiado abonado al lugar común. Con el single “Celebrar” uno se acaba quedando con la duda de si la alegría es aquí revolucionaria/movilizadora o, más bien, una inercia buenrollista que busca calar entre el público de modo facilón (ritmos brasileños incluidos). En el caso del tema final, “Pau”, también surge la duda de si no habría que cantar contra las guerras con mayor dureza en lugar de este modo tan melifluo y en dueto con Noa. ∎