Disco destacado

Julie Byrne

The Greater WingsGhostly International-Popstock!, 2023

Julie Byrne solo ha crecido y crecido como artista con el tiempo, con las capas de madurez que dan ciertas experiencias. Había una distancia importante entre la Byrne que nos visitó en el BAM del 2015 para presentar tenuemente “Rooms With Walls And Windows” (2014) y la que dos años después defendía “Not Even Happiness” (2017) en La [2] de Apolo con Jake Falby al violín y Eric Littmann al sintetizador. Era otra artista, quizá por la calma de tener cerca a sus amigos.

Muchos no lo sabíamos, pero lo que estábamos viendo en ese concierto era algo más que una colaboración; era una comunión íntima entre mentes, en concreto las de Byrne y Littmann, su compañero creativo desde 2014, cuando se conocieron en el festival South By Southwest y establecieron una conexión que durante un tiempo fue también romántica. Conexión rota (solo en parte) con la muerte de Littmann en junio de 2021, a los 31 años. En entrevistas como la que ha ofrecido a ‘The New York Times’, Byrne declina hablar sobre las circunstancias de la misma.

“The Greater Wings”, del que Littmann llegó a casi acabar cuatro canciones, estaba destinado a ser un gran disco, pero la pérdida ha conducido a Byrne hacia su repertorio más trascendental, emotivo, inasible e intenso. La observación minuciosa de la muerte (o, mejor, los espacios vacíos que deja) remite al Mount Eerie de “A Crow Looked At Me” (2017). Y en su cualidad de homenaje a un alma gemela que, súbitamente, desaparece del mapa para dejarte sin brújula, también tiene rastros de “An Overview On Phenomenal Nature” (2021), de Cassandra Jenkins, otra obra maestra ambient folk.

Hemos dicho “obra maestra” y no a la ligera. De algún modo, sabes que un disco que arranca con un tema como “The Greater Wings” tiene que serlo. Son tres minutos y medio de frágil contundencia, sin espacio para florituras, sostenidos sobre el fingerpicking más delicado, una melodía vocal que firmaría encantada Tracey Thorn y unas cuerdas y sintetizador empleados con contención impropia de 2023; más propia del 1998 de “Mark Hollis”. El luto raramente ha sonado tan bello, y la justamente posterior “Portrait Of A Clear Day” está casi a la altura.

En la más dramática “Moonless” se advierte claramente la presencia como productor de Alex Somers y, sobre todo, la experiencia de este colaborador de Sigur Rós en las bandas sonoras; últimamente, las de “Fresh” (Mimi Cave, 2022) o “Causeway” (Lila Neugebauer, 2022). Es el primer tema que Byrne ha compuesto con piano, pero ojalá sea el primero de muchos. Lo compuso antes de fallecer Littmann, pero lidia también con una separación, en este caso puramente romántica: “No voy a esperar tu amor”, canta con rabia tranquila mientras las cuerdas de Jake Falby y el arpa de Marilu Donovan (del dúo art rock LEYA) dibujan un melodrama moderno.

Lo trascendental no quita lo pop, y “The Greater Wings” contiene, además de estas maravillas, el hit más claro de Byrne hasta la fecha: “Summer Glass”, ensueño alimentado por el sintetizador Prophet Rev 4 de Littmann. E igual pegada tiene “Hope’s Return”, reelaboración aérea de la medio chillwave “Love’s Refrain”, colaboración con Jefre Cantu-Ledesma de 2020. Byrne no desdeña aquí el poder del ruido (ese clímax abrasivo), como tampoco en la final “Death Is The Diamond”, balada de piano cargada de siseo de cinta y cantada con una rugosidad que hace pensar en la posibilidad de que sea primera toma. Emoción indescriptible hasta el segundo definitivo. ∎

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