Álbum

Kaitlyn Aurelia Smith & Emile Mosseri

I Could Be Your Dog (Prequel)Ghostly International-Popstock!, 2021

“I Could Be Your Dog (Prequel)” es el primer ciclo del álbum grabado mano a mano entre dos artistas solo a priori distantes. A un lado, Kaitlyn Aurelia Smith, sacerdotisa del Buchla, o “escultora del sonido de sintetizador de modular”, como se autodefine en Twitter. Al otro, Emile Mosseri, indie rocker (toca el bajo en The Diu) revelado como brillante bandasonorista con “The Last Black Man In San Francisco” (Joe Talbot, 2019), a la que siguieron las músicas de “Cómo sobrevivir en un mundo material (Kallijionaire)” (Miranda July, 2020), la segunda temporada de “Homecoming” (2020) o “Minari. Historia de mi familia” (Lee Isaac Chung, 2020), por la que recibió su primera nominación al Óscar.

De la música del segundo, Smith ha dicho que le llenó “de ansiedad por conectar con el mundo”. Es fácil de entender: casi cualquier acorde de “The Last Black Man In San Francisco” invita a dejarlo todo y llamar a tu madre. Según explica la nota de prensa, Smith dejó de ver la película a los pocos minutos para saber quién había compuesto la música y escribir a esa persona inmediatamente. Le urgía conectar con alguien capaz de devolverte, solo con una melodía, el amor por la vida.

Tras algunas caminatas por Los Ángeles, crearon juntos una primera canción alentadora: “Log In Your Fire”, en algún lugar entre The Art Of Noise y, voluntaria o involuntariamente, The Smashing Pumpkins (o díganme si Mosseri no es casi un doble de voz de Corgan en este tema). Esta emotiva balada art pop, una apuesta por desintegrarse en el otro, ser un leño en su hoguera, sentó las bases para una de esas perfectas, orgánicas colaboraciones en las que las identidades no solo se complementan, sino que se confunden y fusionan en algo diferente a la suma de ambas partes.

“I Could Be Your Dog (Prequel)” se compone, así, de pequeñas esquivas viñetas, también alguna canción más al uso, en las que el sintetizador y la electrónica de (suponemos) Smith, el piano de (casi seguro) Mosseri y las aéreas voces de ambos confluyen de forma misteriosa. En la breve pero infinita “Moon In Your Eye”, el murmullo de Mosseri escala hacia el cosmos sobre delicados arpegios de sinte. Un par de temas, “Brush” y “Glendora”, parecen invitarnos a un paseo por un bosque de otra dimensión, o elucubrar sobre una banda sonora para un spin-off de animación infantil de “Avatar” (James Cameron, 2009): atención a su extraña avifauna digital.

En la canción titular, Mosseri canta en falsete:“No quiero sentirme / perdido nunca más / no puedo hacerte lo que soy”, y propone ser lo que sea, pero algo, al otro. Esto podría significar un principio, pero la melodía final tiene aire funerario. Esa misma mezcla de euforia y tristeza reaparece en “Blink Twice”, especie de banda sonora para un desfile melancólico en un planeta imaginario. Tristeza y extrañeza se mezclan en la definitiva “Moonweed”, en la que el piano acústico de Mosseri, dividido entre una bella melodía aguda y un retumbar grave, es abducido por la frecuencia alienígena provista seguramente por Smith. No sabremos dónde acaban hasta 2022, cuando llegue la secuela. ∎

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