“The Stars We Are” (1988) fue el cuarto álbum como solista de Marc Almond y el único grabado en estudio con La Magia, banda circunstancial formada con los restos de The Willing Sinners tras la fuga a Siouxsie & The Banshees de Martin McCarrick, pivote sonoro de Almond desde la época con The Mambas. Cuatro exitosos singles surgieron de aquellas sesiones; entre ellos, una versión del clásico “Something’s Gotten Hold Of My Heart” que Almond regrabó poco después con Gene Pitney alcanzando el nº 1 en las listas británicas, segundo y por ahora último en la intensa carrera del inglés.

Para su estreno en EMI-Parlophone, Almond aparca el maquillaje queer, coquetea de nuevo con la accesibilidad y despoja de sordidez su romanticismo sensualista engalanándolo con brillantes orquestaciones. “The Stars We Are” también contó con duetos exóticos gracias a su presupuesto. Una decadente Nico grabaría aquí su última canción en estudio. Para la cabaretera y mito de la II Guerra Mundial Agnes Bernelle, Almond y Billy McGee compusieron el sainete tóxico “Kept Boy”, añadiéndolo como extra al CD original. Escarceos con Peter Hammill, Yma Sumac y alguna oscura diva turca no llegaron a buen puerto, por lo que la voz “femenina” de “She Took My Soul In Istanbul” la puso el mismo Almond como Suraya Ahmed. Éxito inesperado en Turquía, el tema cerraba un álbum con grandes canciones y un sonido mayestático en perspectiva lastrado por cierta ampulosidad y las percusiones metalizadas de la época.

Dos discos compactos recopilan absolutamente todo el material producido durante la campaña, incluidas las imprescindibles caras B de los singles, aunque parte de las rarezas ya habían reaparecido en “Treasure Box” (1995), eso sí, no con el orden, la pulcritud y la vocación completista que invierte Cherry Red en todas sus reediciones. Un interesante texto de Jeremy Reed, las letras de todas las canciones y un DVD que recopila el material videográfico ad hoc –con clips a cargo de Tim Pope o Peter “Sleazy” Christopherson– completan este merecido homenaje a la obra en solitario más recordada de un trabajador estajanovista en permanente reinvención y todavía en activo –2021 verá, COVID mediante, el prometedor quinto disco de Soft Cell–. ∎