En su reciente ensayo “Better Living Through Criticism”, el crítico de cine A.O. Scott recuerda cómo
“lo nuevo no ocurre en un vacío; requiere materiales”.
Maria Arnal y
Marcel Bagés se sirven de canciones casi olvidadas, recuperadas de grabaciones de campo y archivos digitales, para seguir haciendo discurrir el río de la tradición, pero también para crear algo nuevo, una experiencia que partiendo de legados ancestrales impacta con vértigo inédito.
Tras el celebrado single autoeditado
“Remescles, acoples i melismes EP” (2015), la garganta prodigiosa de Arnal y la guitarra eléctrica de Bagés, curtida en free jazz e improvisación, continúan su proyecto en
“Verbena”. El viaje arranca con
“Cançó del taxista”, jota recuperada del cancionero “Canciones de la resistencia española” de 1963 a la que ellos añaden electricidad rugosa.
“A la vida” es su tributo a Ovidi Montllor y un reverso luminoso de la pasada “Ball del vetllatori”. La
“Cançó de la Marina Ginestà”, en honor a la miliciana y periodista, brilla en particular en esos momentos de pulso metronómico combinado con lo que parece una evanescente guitarra con
slide.
“Cancó del farigoler” es una renovación embrujadora de un canto de trabajo grabado por Lomax en Sóller en 1952, mientras que
“Miris on miris” traslada con acierto “L’ú de Banyeres” al sadcore y el ruidismo. Promesa confirmada, futuro infinito. ∎