Nadie como Morrissey para crear la expectación, la pasión y la duda a su alrededor. Tras unos primeros pasos inciertos, su carrera en solitario se está convirtiendo en un apasionante relato plagado de espléndidas canciones y posturas radicales.

El continuo resurgimiento de un ídolo que se hizo a sí mismo. Cada vez más, es un bicho raro en una industria discográfica progresivamente adocenada, dividida en dos bandos únicos, en los que Morrissey hace equilibrios, riéndose y aprovechándose tanto de los “grandes” como de los “undergrounds”, y construyéndose una audiencia propia, hecha día a día, e impidiendo que el moho le anquilose: no deja de salir en los papeles con sus explosivas declaraciones, exitosas giras por USA, suspensiones de conciertos en Glastonbury y junto a Madness, campaña contra el autor de la descomunal biografía “The Severed Alliance”…

“Your Arsenal” es su cuarto LP en solitario (contando la impecable reunión de singles y caras B en “Bona Drag”). No es el mejor, creo que esa categoría debería corresponder al infravalorado pero glorioso “Kill Uncle”. Allí estaba ayudado en la composición por Mark E. Nevin (Fairground Attraction), quien aparece otra vez en dos de los temas de “Your Arsenal”, precisamente dos de los mejores: “You’re Gonna Need Someone On Your Side”, demoledor inicio guitarrero, inspiradísimo latigazo de desamor, y “I Know It’s Gonna Happen Someday”, otra melodía bordada, con texto más esperanzador. Las dos franjas, rabia e intimismo, por las que discurre todo el álbum. En la primera de ellas se nota la mano de Mick Ronson, quien ha tenido la oportunidad de reproducir como productor algo del estilo que imprimió en los 70 a Bowie como guitarrista. Con esa raíz rockabilly que ha traído la nueva banda, y el revestimiento glam de Ronson, discurren “Glamorous Glue” o “Certain People I Know”. Pero, de nuevo, algunos de los mejores momentos están en el lado menos salvaje: “We’ll Let You Know” o “Seasick, Yet Still Docked”.