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Brian Piñeyro (DJ Python) no es un músico cualquiera. Muchos lo empezamos a conocer como ese hombre capaz de ralentizar y darle la vuelta al reggaetón en un contexto de house moderno, en el excelente “Dulce compañía” (2017). Ahí estaba dando forma a un nuevo sonido que muchos en su lugar habrían aprovechado para explotar al máximo, hasta que no diera más de sí. Él no. Sin dejarlo de lado ni llegar a repudiarlo (“Derretirse EP” –2019– y el álbum “Más amable” –2020– seguían conteniendo trazos y síncopas de dembow y reguetón con el pitch a menos seis), no se dejó atrapar por su propio estilo. Python siempre se ha movido por otros impulsos, más interesado en la expresión personal que en el hedonismo inmediato; y en gran parte de sus discos, remixes y tracks recientes (su EP “Club Sentimientos Vol 2”, por ejemplo, del año pasado) se palpa una timidez, una cierta incomodidad y una melancolía muy urbana, muy neoyorquina, que lo aleja del grueso de productores que combinan el house con los ritmos latinos.
Por otro lado, su trayectoria viene definida en los últimos tiempos por su feliz tendencia a las colaboraciones, en proyectos y discos junto Kelman Duran y DJ Florentino (los tres forman Sangre Nueva, de momento con un solo EP publicado), la colombiana Ela Minus o Nick Leon, cabeza visible de la nueva escena de Miami. Así que, para los que le vienen siguiendo de cerca desde hace un tiempo, su asociación con Ana Roxanne –vocalista y compositora de la Bay Area de San Francisco, de enorme sensibilidad, moviéndose siempre en la ingravidez del ambient moderno con medio pie en el pop– no ha supuesto ninguna sorpresa. Y, aunque la colaboración prometía mucho desde el principio y el runrún ha ido creciendo a medida que se acercaba su lanzamiento, “Natural Wonder Beauty Concept” supera con creces lo esperado y supone un pequeño shock en ese espacio creativo y fértil situado en los márgenes de la electrónica.
Desde los primeros compases parece evidente que en Natural Wonder Beauty Concept (nombre raro y difícil de recordar) Roxanne y Piñeyro han querido crear algo nuevo y propio, partiendo de cero, sin caer en la trampa de limitarse a mezclar el estilo característico de uno (si es que Python lo tiene, más allá de la rítmica reguetonera rebajada) y de otra (el ambient flotante y de voz celestial a lo Julee Cruise). Por supuesto, hay elementos de sus anteriores pasos en esta nueva aventura, pero coexisten con muchísimas otras sonoridades y unos apuntes génericos que, en sus manos, parecen difuminarse hasta hacerlos casi irreconocibles. Un tema como “Young Adult Friction”, por ejemplo: ¿es dream pop?, ¿es trip hop?, ¿es experimental? Imposible de decir. Solo la rítmica del track que da título al disco (y al proyecto) invita a categorizarla al instante como jungle (recuerda, de hecho, al drum’n’bass líquido de LTJ Bukem), pero ni tan siquiera ahí tiene sentido ponerse analítico o tratar de precisar con los géneros. La música de Roxanne y Piñeyro discurre por otra dimensión, más sensorial y emotiva; son canciones que tienen que ver con caminatas nocturnas por la ciudad, esperas en estaciones, insomnio y soledad en habitaciones de hotel barato, horas muertas en bares y cafeterías que empalman turnos y no tienen ni tan siquiera el cartel de cerrado colgado del revés en la puerta de entrada. Los sonidos fluyen, se confunden con los del tema anterior, aunque no se parezcan unos a otros; gravitan y abren pequeñas órbitas que invitan a dejarse llevar, a abrir la puerta y entrar sin hacer preguntas. Si se quiere, se puede emparentar fácilmente con la música de Space Afrika o Dawuna (el mood, el tono y el pulso urbano son muy parecidos), pero lo cierto es que este es un disco que vive en su propia realidad. Y sí, Piñeyro canta por primera vez (en “III”, uno de los varios momentos de inflexión del álbum, también con la voz de ella dando respuesta), pero detalles como este, que en otros momentos destacarían por sí solos, quedan sublimados por la melancolía y la atmósfera un tanto irreal y absolutamente magnética del universo que ambos han inventado.
Culto instantáneo. ∎