Se dice que la meteorología de un lugar repercute en la forma de entender la música de sus habitantes. Es por eso que se habla de que los escandinavos hacen música tan especial, porque hay días en los que no pueden hacer absolutamente nada bajo capas de nieve y cuatro horas de luz solar. Parece que la única opción de entretenimiento es juntarse con los colegas con la calefacción al máximo y aferrarse a un instrumento como vía de escape del aislamiento. Antes les daba por quemar iglesias. Ahora montan sellos como Year0001 o Posh Isolation.
Asturias queda bastante lejos de las capas de nieve de Suecia o Dinamarca, pero el denominador común de la climatología, pese a no ser tan extremo, no resulta tan alejado. En Asturias llueve. Llueve mucho. Eso no te impide salir de casa, pero la lluvia se te acaba metiendo por dentro. Se mete en tu carácter. Se mete en la forma en la que socializas. O en la forma que seleccionas las canciones que sonarán en tus auriculares mientras das un paseo bajo un cielo encapotado y el pavimento mojado. Se mete en la forma en la que cantas. En lo que cantas y en lo que tocas.
De este contexto un poco gris y amparado bajo Humo Internacional, el sello asturiano en el que Pablo y Sara dan cobijo y calor a los sonidos más opacos, surge
PRESA, el proyecto liderado por Samuel Fonseca y acompañado por Charly y Santiago (Autoescuela) y producido por Willy (Somos La Herencia).
En
“Caza alcance”, segundo EP que toma nombre de un poema de San Juan de la Cruz, Samuel explora sonidos que juegan entre lo industrial, la new wave y el spoken word. Hay algo de axfisiante y apocalíptico en las cuatro composiciones que bañan este disco: guitarras agudas, distorsionadas, y bajos que marcan el pulso como si fueran latidos acelerados nos indican el camino hacia un lugar del que hay escapar o en el que hay que adentrarse.
“Te he dejado la puerta abierta, si tienes fuerza intenta pasar”,
nos invita su voz en tono cada vez más elevado en
“Puerta abierta”. Da un poquito de miedo entrar.
“Torre de plata” es un compendio frenético cargado de noise y cortes tensísimos que por momentos te lleva a pensar cómo serían unos Big Black liderados por Pablo Und Destruktion. También hay algo del “Kollaps” (Einstürzende Neubauten, 1981) en
“Espiral”, donde la voz de Samuel se mezcla con ecos metálicos e industriales y nos pregunta de qué nos vamos a quejar.
Para cerrar el EP,
“Sombra” nos adentra en un letargo, en un sueño extrañísimo que podría funcionar perfectamente de banda sonora de “Ghost In The Shell”. Una voz robótica, como de IA, nos habla de memoria, de recuerdos viciados, para acabar en un noise de lo más embrutecido.
Con “Caza alcance”, PRESA nos regala un segundo trabajo, tras los seis cortes del EP homónimo de 2022, cargado de experimentación, curiosidad sonora y salidas de norma al que merece muchísimo la pena dar una profunda escucha. ∎