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Álbum

Putochinomaricón

JÁJÁ ÉQÚÍSDÉ (Distopía aburrida)Elefant, 2022

28. 04. 2022

Puede que Chenta Tsai haya firmado con “JÁJÁ ÉQÚÍSDÉ (Distopía aburrida)” no solo su mejor disco hasta la fecha, sino su pasaporte a triunfar en el extranjero: la barrera lingüística dejó de ser tal hace tiempo y se me ocurren pocos artistas con un puñado de canciones tan redondas como las de este álbum y que además reflejen tan bien el zeitgeist. De hecho, si tengo que emparentar este álbum con otros artistas, me tengo que ir directamente a los trabajos de Grimes o al catálogo de Eastern Margins. Pero vayamos por partes.

A quien haya seguido mínimamente la trayectoria de Putochinomaricón no le sorprenderá lo más mínimo ni su querencia por el hyperpop ni los temas que toca –si alguien quiere acercarse en profundidad a su faceta extramusical, debería leer “Arroz tres delicias. Sexo, raza y género” (Plan B, 2019), en el que aborda diversas formas de discriminación, sobre todo la racial–. Es más, aquí lleva esos temas al extremo, desde la estética que ha adoptado para las fotos promocionales y su primer videoclip hasta los títulos de las canciones, que a menudo exponen la lectura que en occidente se hace de la cultura asiática. Como le artiste explicaba en Bandcamp, quiso reapropiarse de la mirada blanca “de una forma en que no fuéramos el peligro ‘amarillo’; sino proyectando futuros alegres y melancólicos”. Compuesto entre el confinamiento y una visita a Taipei, no es de extrañar que esa mirada occidental sobre Asia sea cuestionada y rebatida, máxime teniendo en cuenta la oleada de delitos de odio que la comunidad asiática ha recibido en todo el mundo en los últimos meses. Un buen ejemplo es “Tamagotchi”, en el que colabora GFOTY, y que no solo tiene un ritmo alegre y pegadizo, sino que usa electrónica chiptune que parece sacada de los videojuegos (hasta el videoclip explota una estética otaku). Lo mismo hace con “AliExpréss”, con varios cambios de registro y ritmo y que transmite esa impaciencia que impulsa buena parte de las compras vía internet.

Si algo demuestra Putochinomaricón con este disco es la facilidad con la que se mueve por distintos géneros, y de la electrónica de “Tamagotchi” salta a su lado más pop y melódico en “Adulto incomprendido” u “Otra fisicalidad” (en la que colabora diana starshine). Mención especial merece “DM”, coproducido junto a Rrucculla, y que remite a ese pop desenfadado y romántico de los 90 más mainstream, con un pegadizo estribillo y que podría postularse perfectamente a canción de verano. En esa misma línea se sitúa también “Rubberhand”, con colaboración de Tami T, y en la que Chenta canta en inglés sobre los desencuentros amorosos mediatizados por la pantalla del móvil. Esa nueva forma de relacionarse que ha traído internet es un tema recurrente en el álbum, desde “Chique de internet” a la redonda “Tu foto de perfil”, con la que Putochinomaricón se mete de lleno en el techno.

Con “JÁJÁ ÉQÚÍSDÉ (Distopía aburrida)”, Chenta Tsai ha logrado encapsular temas como la identidad, los prejuicios o una vida influenciada por internet que camina hacia el metaverso en un puñado de canciones absolutamente hedonistas que casan bien con las ganas de celebración de muches tras dos años de confinamientos y restricciones. ∎

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