Para celebrar los diez años de la salida de “epic” (2010), posiblemente su primer álbum redondo y el que la afianzó firmemente en el mapa, Sharon Van Etten ha querido prescindir de tipicidades (cortes descartados, demos, remixes, pistas que se quedaron en el tintero, etc.) y ha entregado su obra a artistas de índole diversa y estatus desemejante para que interactúen con las canciones. El experimento ha desembocado en un set de versiones previsiblemente esquizofrénico: siempre intrigante, pero en ocasiones confuso dado la ausencia de un flujo orgánico entre los cortes.

Algunos intentos permanecen más en lo digno que en lo brillante: el embrutecimiento al que IDLES someten “Peace Signs”; la transformación de “One Day” en una píldora soleada de electropop lo-fi por parte de la novísima ST. PANTHER; o la espesa aproximación de la veterana LUCINDA WILLIAMS a “Save Yourself”, que de algún modo consigue descountrificar.

Más inspirados resultan BIG RED MACHINE (Justin Vernon de Bon Iver y Aaron Dessner de The National), quienes preservan el bruto rasgado acústico de “A Crime” complementándolo con capas de guitarreo fuzzeado y batería enlatada; o SHAMIR, quien, enfrentándose a “DsharpG”, el tema más complejo y droneante del lote, opta por restarle sobriedad fúnebre y añadirle cierta luminosidad rítmica y acrobacias fonéticas.

Especialmente encomiable es la labor de COURTNEY BARNETT (acompañada de la camerunesa VAGABON): rebaja el expansivo hedonismo armónico de “Don’t Do It”, convirtiendo el regusto épico de las melodías en un material más de garito, apoyándose en un bajo andante y guitarra crujiente a lo Crazy Horse. Como colofón, FIONA APPLE se apodera plenamente de “Love More” diseñando un astuto entramado de percusión, relampagueo vocal, solemnes notas de piano y canturreos giratorios.

La heterogeneidad del recopilatorio –doble álbum: el disco original y el de invitados– refleja de manera explícita la naturaleza musical no siempre fácilmente clasificable de Van Etten; y el tráfico de voces que plantea es una meritoria ilustración de la enrevesada labor que implica el versionar. ∎