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Single

Sofia

El ayre del almenaHumo Internacional, 2021

18. 11. 2021

Sofia apareció en abril de 2021 amparada bajo Humo Internacional para introducir el “siem-pre-que-nos-ve-mos-me-ha-ces-sen-tir-que-aun-es-tás-aquí” en lo más profundo de nuestro córtex. “Decir adiós” se convirtió en la promesa de baile que llevábamos dos años esperando. Algunas ansiábamos la apertura del ocio nocturno solo para poderle decir al DJ: “Oye, por favor, pincha Sofia. Ya verás, es un ‘hit’. Está en Spotify. También está en Youtube. De hecho, tengo la canción en un ‘pendrive’; si quieres te lo dejo. ¿Podrías ponerla, por favor?”.

Llegó el verano y se pinchó “Decir adiós” sin necesidad de que ningún DJ emitiera una orden de alejamiento. El single de debut, formado junto a “El cielo blanco”, nos transportaba a un imaginario espacial, aislado y lleno de desazón cuyas letras y sonidos podrían encajar perfectamente en el repertorio de Solid Space. Más subido de revoluciones, igual de melancólico, pero mucho más bailable.

Dijimos adiós al verano, a los conciertos con restricciones y a mover la pierna de manera excesivamente entusiasta en nuestras sillas. Dijimos adiós a un verano extraño y volvió Sofia con sus canciones para bailes pospandémicos, o posapocalípticos. Volvió con “El ayre del almena”, su primer EP (en formato casete), fiel a la nostalgia lo-fi y a su voz bajita, loopeante e hipnótica, a cantarnos sobre dragones, desamores y soledad.

Sofia, la one synth woman del siglo XXI, nos lleva a esferas donde lo medieval y lo kraut tienen cabida en un mismo espacio, prueba de ello es “Dragones en mi portal”, un cantar repleto de referencias a criaturas fantásticas, fosos y castillos. “Me da Igual”, una oda nihilista que va in crescendo a base de loops corales, hace que el estribillo “mi personalidad me da igual” sea de esos que tarareemos sin vergüenza alguna cuando llegamos al punto de no retorno de la apatía humana.

Y es que, a veces, los hastíos femeninos pueden condensarse en sentencias tan contundentes y descarnadas como “quiero pegarle y que sufra como en un parto”. Si a eso, en contraposición, le sumamos una melodía de lo más amable con sintetizadores que parecen recogidos de “Plantasia” (1976) de Mort Garson, “Lunacy” termina convirtiéndose en la baladita triste e irónica cuyas estrofas esperamos arrojar a cualquiera que se nos cruce por delante en un mal día sin ningún tipo de remordimiento.

“Una ola que da miedo” es imaginarse a Sofia siendo la portada de “Cómo ser John Malkovich” (Spike Jonze, 1999), valga la hipérbole, pero en lugar de Malkovich con cientos de pequeñas Sofias cantando al unísono sobre despedidas un poco raras, amargas y grises. La amalgama de ruido de campanillas, sintetizadores y botones de videoconsola de “No me quieres” evoca por momentos a Panda Bear, como también lo hace “Ella se fue”, la canción que cierra el EP, una de las mejores del disco pese a su condición de bonus track, y que pone de manifiesto la calidad de sus armonías synthpop barroco.

Sofia ya no es promesa: nos ha prometido y cumplió y “El ayre del almena” consolida a la mallorquina entre las propuestas más interesantes del panorama nacional. ∎