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En los últimos tiempos, Victoria Bergsman se ha hecho esperar, pero eso hoy es buena señal, indicación de un intento de depurar y de ofrecer solo lo mejor en lugar de solo avasallar. Si entre “Other Worlds” (2012), su tercer disco como Taken By Trees, y el reivindicable, lleno de hits, “Yellow To Blue” (2018), pasaron seis años, ahora regresa de un casi silencio de cuatro con un pequeño pack de versiones.
Pero qué versiones. Ya sabíamos de su habilidad para coger lo archiconocido y transformarlo con sus modos minimalistas, hipnóticos, levemente exóticos. Recordemos su cover de “Sweet Child O’Mine” (Guns N’ Roses), que por poco no la catapulta al éxito mainstream. O la que había sido su última pieza hasta la fecha, “Careless Whisper” (George Michael), en una revisión producida por Dan Lissvik.
Las canciones del EP “Another Year” son algo menos populares, menos fáciles de localizar en radiofórmulas remember. Bergsman no intenta tanto llamar la atención sobre sí misma como reivindicar el repertorio en solitario de Colin Blunstone, cantante de los maestros del pop barroco The Zombies. Es su carta de agradecimiento al susodicho por “ser una inspiración y por empujarme siempre a crear algo que crea verdadero y bello”, según ha declarado en nota de prensa.
De vuelta en Estocolmo tras una temporada en Los Ángeles, Bergsman se ha acompañado de nuevos y viejos amigos para revisar cinco maravillas con una fragilidad tan poderosa como la de Blunstone. La joven vibrafonista pop Esther domina en la parte instrumental. Por otro lado, Bjorn Yttling y John Eriksson, de Peter Bjorn And John (a los que ayudó vocalmente en el clásico “Young Folks”), se encargan respectivamente de guitarra y batería; el primero, además, pone la producción ejecutiva y el estudio.
“Another Year” se puede ver, ya desde el título, como una especie de secuela de “One Year” (1971), el excelente primer disco de Blunstone a su nombre. De él provienen tres de los cinco temas, empezando por “Say You Don’t Mind”, a su vez una versión de un tema de 1967 de Denny Laine, cantante principal y compositor de The Moody Blues. Bergsman no se queda en la voz y cuerdas originales, sino que invita al citado vibráfono, las percusiones o las armonías vocales. Tratamiento parecido aplica a “Caroline Goodbye”, canción compuesta por Blunstone a raíz de su ruptura con la actriz Caroline Munro. Si en el original se intuía una tranquila resignación, aquí hasta se puede hablar de una conciencia alegre de la necesidad del final. En cambio, “She Loves The Way They Love Her” pasa de la vivacidad a una morosidad adornada con sutiles vientos.
“Time’s Running Out” y “I Don’t Believe In Miracles”, composiciones salidas de “Ennismore” (1972), también sufren un proceso de ralentización en manos de Bergsman, quien las entona casi como villancicos tristes. La esperanza de reunión adherida a “I Don’t Believe In Miracles” (con versos como “creo que correría hacia ti si me llamaras”) parece aquí más forzada que nunca, casi como un mecanismo de supervivencia demasiado consciente. Son todas revisiones inteligentes a la vez que emocionales, delicadas pero rotundas. ∎