Directos a la cima, el salto de The 1975 fue meteórico hacia el número uno de las listas británicas. Desde entonces, los cinco discos de los de Mánchester han alcanzado lo más alto de los charts y han establecido al grupo encabezado por Matt Healy como uno de los pocos salidos en la última década capaz de romperla a nivel de masas a base de pop de partida guitarrero.
Desde su estreno, ahora recién cumplidos los diez años, cada disco del grupo ha sido una exageración del anterior, hasta la contención que supuso el más reciente “Being Funny In A Foreign Language” (2022). Cada paso, un reflejo de los delirios de grandeza de Healy, la ambición por la fama, la obsesión confesada por la excelencia en su música y un lugar en la Historia. Con la seguridad y la autoconfianza que otorgan como nada los orígenes privilegiados, procedente de un bohemio entorno artístico.
El debut de The 1975 llegaría con el grupo ya con el fenómeno fan disparado en el Reino Unido, capaz de llenar tres noches consecutivas el Brixton Academy tres meses antes del lanzamiento del disco, ya de grandes pretensiones, lanzado en el siempre competitivo mes de septiembre. Inicio real del año, en el que la industria cultural se lanza a la greña con un alud de novedades. Y allí se lanzaron ellos.
“The 1975” –que contó con Mike Crossey, productor en el segundo disco de Arctic Monkeys, junto al propio Healy–, editado el 2 de septiembre de 2013, funcionó más como una colección de canciones desde que el grupo se puso en marcha una década antes en la acomodada zona suburbial de Wimslow. Reúne los hits extraídos de sus cuatro primeros EPs: “Facedown” (en el que se encontraba “The City”); “Sex”, algo más guitarrero; “Music For Cars”, que marcaría el camino final del grupo, y “IV” (los tres primeros lanzados con la independiente Dirty Hit, el último ya en Polydor, marca Universal).
Recuerdos agrupados, angustia existencial adolescente (depresión, ansiedad, drogas...). Instantáneas de su tiempo con calado generacional inmediato en canciones con vestimenta de indie melódico, pero con cuerpo de rock de radiofórmula de los ochenta, con cruces de la “Thriller-era”, R&B, el funk, y con una notable facilidad para el estribillo. Una emulsión de los mejores hits de la música pop mayoritaria británica ochentera envueltos en una cuidada imagen en blanco y negro y una estética rozando lo emo que los colocó en los ‘Teen Awards’ de la BBC por delante de One Direction o Bastille.
Lo que bien captó de “The 1975” fue el giro de la tendencia hacia la hegemonía del pop y la fijación de la cultura popular por los ochenta: los sonidos sintéticos y sobreabundantes de los siguientes años en el péndulo de la nostalgia, con la disponibilidad sin límites de la música online capaz de convertir cualquier tiempo pasado en parte de la adolescencia musical. Una suma de partes capaz de lograr un resultado relevante pasado el filtro de la contemporaneidad y la conexión emocional con la base de seguidores. Un grupo que se entiende por el momento y el acercamiento millennial a la música.
“I Like It When You Sleep, For You Are So Beautiful Yet So Unaware Of It” (2016) ya fue su salto total final hacia los ochenta (“Love Me” es casi George Michael) y una colorida renovación estética; “Somebody Else”, a día de hoy, es todavía la canción más escuchada en plataformas. “Brief Inquiry Into Online Relationships” (2019) fue un disco dispar, un amalgama de estilos, más a modo de playlist, casi una reproducción de la tendencia en tiempos de escuchas disgregadas, con “Notes On A Conditional Form” (2020) como secuela lógica, igual de fragmentado, aunque en momentos más electrónico.
Todo lo que avanzaban los singles que anteceden el lanzamiento de “The 1975” lo corroboran “M.O.N.E.Y.”, “Heart Out”, “Girls” o “Robbers” en un disco de estribillos indelebles, repleto de melodías hipnóticas deslizándose en ritmos electro hasta explosiones grandilocuentes de rock entre interludios con ambientes recreados de casi dream pop. Todo muy limpio y calculado al detalle. Un patrón ideal para el indie rock de estadios.
La reedición de “The 1975” llega en cuatro formatos con cuatro LPs que además de las dieciséis canciones del disco recuperan los cuatro primeros EPs del grupo (ya reunidos en su momento en una deluxe edition), y presenta un directo grabado el 1 de febrero de este año en la emblemática sala Gorilla de Mánchester. Todo un regreso a los orígenes en uno de los centros de ebullición de la ciudad para grupos noveles, locales y foráneos, con capacidad para poco más de 500 personas. ∎