“Winspear Volume 01” es un necesario recordatorio del alto nivel del roster de Winspear, sello independiente que reparte sus operaciones entre Bloomington, Indiana (uno de sus fundadores, Ben Wittkugel, fue becario del mito local Secretly Canadian), y Queens, Nueva York. Son doce de las mejores canciones de su catálogo más (únicamente en la versión digital) nueve rarezas y caras B de artistas, en su mayoría, representados en la parte de greatest hits.

La colección tenía que empezar, claro que sí, con “Frankie”, uno de los bangers del reivindicable álbum “Barbara” de BARRIE. Bajo su superficie de futurismo hedonista esconde una reflexión sobre una vieja canción, “Wichita Lineman” (Glen Campbell), que según Barrie Lindsay no deberíamos escuchar como oda a la nobleza del trabajo duro, sino como crónica de una explotación deshumanizadora. En esta onda synthpop se mueven “Flowers”, del efímero dúo PARTS (busquen ahora a Marley Ferguson y Alyssa Midcalf como marsfade y Primer, respectivamente), o “Kiss Me In Heaven”, extracto de pulso new wave, dulcemente retorcido y muy adictivo, del “Accelerator” de THE CONVENIENCE (2021), cuyos miembros tocan también en VIDEO AGE, de los que suena una “Aerostar” con estribillo de clásico perdido de Hall & Oates.

“Moonlight”, retorcida torch song de MAJETIC (antes conocido como Care), recoge algunas de las peores cosas inherentes a una ruptura: autoengaño y súplica (“una vez hayas vuelto, no te podrás marchar”). Con un planteamiento musical algo más sencillo (un indie pop perezoso con Elliott Smith en el corazón), SLOW PULP logran desgarrar el doble en “Falling Apart”, su colaboración con la violinista Molly Germer, colaboradora habitual de Alex G. “Sunday Meal”, de AMY O, salta de la contención al groove y de ahí al casi punk y de ahí a la contención como una canción cualquiera de Frankie Cosmos. Más Amy O (y más fuzz) con BRENDA’S FRIEND, el proyecto lo-fi que la unió a Erin Tobey, y ese “House Down” del EP de igual nombre de 2016.

Los colombianos DIVINO NIÑO, uno de los grupos de Winspear más queridos por la crítica, están presentes con “Quiero”, hit de suave psicodelia pop con aroma seventies. También de por entonces parece llegada la dulcísima “One Day” de MAJOR MURPHY, soft rock de primer orden con claros aires de Fleetwood Mac en su recta final instrumental. La fragilidad manda en el tramo final: gustoso doble nocaut con “Lazy River”, de KEVIN KRAUTER, bajista de Hoops, y la americana masajeante de “Now We Know”, de THUNDER DREAMER.

Los extras digitales permiten, entre otras cosas, descubrir una maqueta grabada por Barrie durante las sesiones de “Barbara” (deliciosa “Doesn’t Really Matter”, que uno diría ya perfectamente acabada); hacerse, milagro, con un cuarto tema de Parts (“Crush”), o recordar un ejemplo semioculto del sonido (jangle) de los primeros The Convenience (“Don’t Play With Magic”). Descartes para no descartar en absoluto. ∎