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“Black Mirror. Bandersnatch” y “El gato caco”: interactuando.
“Black Mirror. Bandersnatch” y “El gato caco”: interactuando.

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De “Black Mirror. Bandersnatch” a “El gato caco” y más allá: elige tu propio cine interactivo

Con “El gato caco”, una combinación de cartoon clásico con pub quiz, Charlie Brooker vuelve a la interactividad en Netflix, cuatro años después de presentar el formato a lo grande con “Bandersnatch”. Aprovechamos el estreno para ver las ramificaciones que estas ficciones han recorrido desde entonces, incluyendo otro trivial de Netflix, “Preguntados”. ¿Ha conseguido el audiovisual interactivo que elijamos sus aventuras?

26. 04. 2022

“Black Mirror. Bandersnatch” (Charlie Brooker, 2018) fue ambicioso. Puede gustar más o menos, a muchos nos dejó fríos, pero no se puede negar que Netflix, Brooker y su socia Annabel Jones lo dieron todo. En un momento en que “Black Mirror” (Charlie Brooker, 2011-2019) ya empezaba a mostrar señales de agotamiento, este capítulo especial desplegaba un árbol de ramificaciones complejo y rizomatoso, una cacofonía de ideas en la que nada se descartaba y que pretendía tanto inventar la rueda como deconstruirla. Quería serlo todo, por eso sorprende que “El gato caco” (Charlie Brooker, 2022) se conforme con ser una sola cosa, sencilla y lineal. Frente al exceso de caminos que se dispersan, “El gato caco” es un cartoon breve, de unos 15 minutos, interrumpido por preguntas ridículas. Aquí no hay “elige tu propia aventura”, sino una especie de máquina generadora de cortos: las preguntas y los gags visuales que las acompañan se presentan al azar y hay suficientes para que podamos verlo unas cuantas veces sin repetir nada.

“El gato caco”: las preguntas y los gags visuales se presentan al azar.
Esta modestia y el abandono de las ramificaciones pueden parecer una rendición creativa, pero el caso es que “El gato caco” funciona. Formalmente, parece el facsímil de una obra de Tex Avery o Hanna-Barbera que nunca existió. Y es una buena imitación. El timing, el arma principal de Avery o Chuck Jones, está algo desajustado, pero los gags visuales son imaginativos y brillantes. Las preguntas no tienen nada que ver con el relato, pero esa desconexión aumenta el absurdo del conjunto. No esperes un trivial serio: para eso Netflix ha estrenado también “Preguntados” (Daniel Calin y Vin Rubino, 2022), un trivial con “modo historia” del que “El gato caco” es sin duda un ensayo, pero aquí las preguntas son parte del chiste y abundan los juegos de palabras. A veces pecan de temas cuestionables (¿de verdad nos vas a pedir que sepamos de zodiaco o mindfulness, Charlie?), pero por lo general hacen reír tanto como la imagen, y recuerdan a la moda olvidada de los arcades de quiz japoneses. La experiencia de “El gato caco” no exige andar dibujando mapas ni memorizando enciclopedias, sino disfrutar de la interactividad como juguete.

El trivial de “Preguntados”.

Esa es la tónica actual en la plataforma: los contenidos interactivos, nos dicen, son “una manera divertida de disfrutar de la experiencia de Netflix”. ¿Quién se acuerda ya de la revolución? Y llevan ya un buen catálogo: “El gato caco” se suma a casi dos decenas de especiales y otros cuantos en preparación. Si en 2018 la interactividad era una promesa, en 2022 es una realidad consolidada, que ha construido su nicho sin hacer ruido. Puedes jugar con “Spirit” (Aury Wallington, 2017-), “Carmen Sandiego” (Duane Capizzi, 2019-2021) o “El bebé jefazo” (Brandon Sawyer, 2018-) (que, ¡sorpresa!, se lo curra y justifica la interactividad con una entrevista de trabajo). Los mejores especiales, como “Unbreakable Kimmy Schmidt. Kimmy contra el Reverendo” (Tina Fey y Robert Carlock, 2020) o “La flipante opción-o-rama del Capitán Calzoncillos” (Mark Banker, 2020), usan el formato para tomar tangentes y multiplicar los chistes, poniéndole un altavoz a las virtudes de sus series. Netflix ya ha aprendido a jugar.

Las diversas opciones de “Unbreakable Kimmy Schmidt. Kimmy contra el Reverendo”.

¿Y más allá del streaming? Hay un audiovisual interactivo que viene del cine y otro que viene del videojuego, y cada uno tiene sus lógicas y sus espacios. ¿Qué ha pasado en el segundo desde “Black Mirror. Bandersnatch”? Dos movimientos destacan en consolas y PC: el revival del FMV y la aparente caída de las series interactivas.

FMV o Full-Motion Video es el nombre que se dio en los 80 y 90 a videojuegos que usaban vídeo pregrabado en lugar de gráficos en tiempo real, y en particular a películas interactivas primitivas como “Dragon’s Lair” (Don Bluth, 1983) o “Night Trap” (Digital Pictures, 1992). Aunque Don Bluth animó (de lujo) unas cuantas, la realidad es que la mayoría estaban más cerca del corto de colegas que del cine-cine: echa un vistazo a “Plumbers Don’t Wear Ties” (Michael Anderson, 1993). Este nivel de producción cutre y su interactividad simplona hicieron que el FMV se convirtiera en un chiste del pasado dentro del medio… hasta que llegó “Her Story” en 2015 y nos pilló por sorpresa. En lugar de imitar el cine, su creador, Sam Barlow, se impuso limitaciones y montó un misterio detectivesco a partir de fragmentos de un interrogatorio a una sospechosa de asesinato. En 2019 repitió sistema con “Telling Lies”, un misterio sobre espionaje y romances contado con grabaciones de webcams. Hoy, Barlow es uno de los creadores más interesantes y respetados del medio.

“Her Story”: fragmentos de un interrogatorio a una sospechosa de asesinato.

También se ha especializado en FMV Wales Interactive, un publisher formado por el cineasta John Giwa-Amu y el desarrollador David Banner. Y lo llevan haciendo desde antes que Netflix nos trajese el fuego: échales un vistazo a “The Bunker” (Splendy Games, 2016) y “Late Shift” (CtlrMovie, 2017) y verás que ya usaban el sistema de elecciones binarias y cuentas atrás para meter presión y disimular saltos en el montaje. Wales Interactive es “Black Mirror. Bandersnatch” antes de “Black Mirror. Bandersnatch”, y no se quedaron ahí: llevan más de un lustro refinando su propuesta y tienen ya, en mercados tradicionales de videojuegos como Steam, una decena de películas interactivas. Lo mejor de Wales Interactive es que apuestan en firme por dignificar el cine (interactivo) de género, con ciencia ficción, terror, thriller y detectivesco. Con una de sus últimas producciones, “Five Dates” (Paul Raschid, 2020), hasta se meten en el jardín de la comedia romántica. Un caramelo para los que rezamos a Nora Ephron.

La comedia romántica de “Five Dates”.
Un poco más lejos del cine, al menos en apariencia, están las series interactivas o juegos episódicos. ¿Te acuerdas de Telltale y de sus “tal personaje recordará esto”? A principios de 2018 parecían imparables con su mezcla de aventura y dilemas morales. “The Walking Dead”, “The Wolf Among Us”, “Juego de tronos”, “Batman”, “Guardianes de la Galaxia”, “Minecraft. Story Mode” (que tuvo adaptación interactiva en Netflix)... No había franquicia de moda que no cayera en sus manos. Y, de golpe, en septiembre de 2018, la compañía anunció su cierre por una gestión desastrosa. Poco más de un año después la prensa ya hablaba del subgénero como algo finiquitado. Eran titulares tremendistas, ojo: en 2020, Dontnod Entertainment, creadora del drama adolescente sobrenatural “Life Is Strange” (2015), siguió distribuyendo por capítulos “Life Is Strange 2” (2018-2019) y “Tell Me Why” (2020). Y Telltale ha resucitado y prepara al fin “The Wolf Among Us 2”. Puede que el modelo comercial (vender capítulos sueltos) ya no tire, pero el subgénero sigue vivo: “Life Is Strange. True Colors” salió el año pasado y Supermassive Games, creadora de la “película de terror interactiva” “Until Dawn” (2015), sigue sacando entregas de su “The Dark Pictures Anthology” (2019-). Como suele pasar en el videojuego, los rumores de muerte han sido enormemente exagerados.

La previa de “The Wolf Among Us 2”.
Está claro que “Black Mirror. Bandersnatch” no lanzó la revolución que anunciaron muchos titulares hiperbólicos, pero “El gato caco” viene a recordarnos que nunca hizo falta. Ya nadie cree que algún día todas las películas nos pedirán coger un mando, del mismo modo que nadie piensa que los videojuegos à la Telltale sean el relevo del cine. Y menos mal. Era difícil experimentar y decir algo cargando con el peso del futuro en las espaldas. A resguardo de los vientos del hype, el cine interactivo es cada vez más variado, creativo y excéntrico. He hablado de Netflix, Sam Barlow, Wales o Telltale, pero podría haber incluido también “Death Come True” (2020), con el que Kazutaka Kodaka“Danganronpa” (2010-2017)– ha cruzado el FMV con la visual novel. O “Ti primeiro”, una fotonovela interactiva gallega. O “Batman. Death In Ihe Family”, un corto animado interactivo de la DC basado en un cómic cuyo final, en 1988, se decidió mediante una encuesta telefónica. O “Motesolo. No Girlfriend Since Birth” (Indicava Interactive, 2021), o “Not For Broadcast” (NotGames, 2022)... Los caminos del cine interactivo, en realidad una familia de bichos raros indefinibles, no paran de bifurcarse. Y son jardines en los que merece la pena meterse. ∎

Si eliges mirar al pasado, lee esto

Ahora que la novedad ya no es el criterio principal para juzgar al cine interactivo, su pasado se está reivindicando cada vez más. En 2020, el diseñador y profesor de la Universidad Carnegie Mellon Paolo Pedercini programó en Twitch una “Interactive Movie Night” con cuatro piezas pioneras que merece la pena conocer:

  • “Kinoautomat” (Radúz Cincera, Miroslav Hornícek, Pavel Jurácek, Ján Rohác y Vladimír Svitácek, 1967), una producción checa que fue la primera película interactiva de la historia, aguanta muy bien el tipo. Se puede encontrar con mucho esfuerzo en DVD en tiendas de Chequia, pero sigue esperando su revival.

  • “The Immoral Ms. Conduct”, una sátira interactiva publicada en YouTube en 2011 sobre prisiones femeninas que ya no está disponible.

  • “I’m Your Man” (Bob Bejan, 1992), la primera película interactiva americana, estrenada en los cines Loews en el año de su producción y en DVD en 1998. Pedercini la ha reconstruido usando un motor de creación propia, TweeVee, y la puedes jugar en su web. Es muy mala.

  • “Steven Spielberg’s Director Choices”. En 1996 Spielberg produjo un simulador de cine con escenas protagonizadas por Jennifer Anniston y Quentin Tarantino bastante lamentables. Pedercini, usando de nuevo TweeVee, recuperó esos fragmentos y los convirtió en una película interactiva que puedes ver ahora mismo. Prepárate para pasar vergüenza ajena noventera. ∎