Hiss Golden Messenger

No han sido unos años especialmente halagüeños para M.C. Taylor, alma y cerebro de Hiss Golden Messenger: si en 2019 grabó “Terms Of Surrender” como respuesta a la muerte de su padre, justo cuando empezaba a salir del pozo de nuevo llegó 2020 y, ya saben, vuelta a empezar. Con la vida en suspenso y el mundo francamente desconcertado, el californiano se encerró en su estudio de Carolina del Norte para comprender, o por lo menos intentarlo, qué demonios estaba ocurriendo.

Ardía el mundo y había que decidir entre ser gasolina o extintor; entre atizar el fuego o socorrer a las víctimas. Pues bien: basta con arrimar la oreja a “Quietly Blowing It”, todo country-soul balsámico y hojarasca de americana otoñal suavemente barrida por teclados y vientos, para comprender de qué lado está Taylor. Los nubarrones de “Terms Of Surrender” siguen por ahí, sí, pero la luz empieza a filtrarse igual que el órgano que se abre camino poco a poco en “Way Back In The Way Back”.

Aromas dylanianos, ecos de The Band y guiños a los Wilco más campestres engrasan la máquina mientras Taylor luce con orgullo nuevos lemas –“arriba las montañas, abajo el sistema”, canta– y maniobra entre el soft rock de los setenta –“Glory Strums (Loneliness Of The Long- Distance Runner)” no hubiese desentonado en el “Prisoner” (2017) de Ryan Adams– y la balada con vistas a Neil Young (“Quietly Blowing It”). 

“La esperanza es contagiosa”, canta a modo de resumen, de mantra vital, en “If It Comes In The Morning”, elegante elegía con la que se arrima también al Dylan de “Slow Train Coming” (1979) y se reafirma como clásico en el mejor sentido del término. Circulan por ahí críticas que le afean al californiano que, en realidad, “Quietly Blowing It” no deja de ser más de lo mismo, como si el mundo andase sobrado de canciones reconfortantes y balsámicos abrazos sonoros. Bienvenido sea, pues, este más de lo mismo siempre que suene como “Hardlytown” o “Angels In The Headlights”. ∎