b1n0: avance 1, 2, 3

Pocos meses antes de que un virus surgido de China pasara por Italia y llegara para cerrarlo todo a principios de 2020, empezamos a recibir señales de un nuevo ente sonoro en Barcelona. Nombre extraño, formas elegantes y vocalista extraordinario: era “N03M1”, con Adriano Galante (Seward) al frente, y dos chicos no del todo identificados al fondo, administrando melodía y beats que remitían a James Blake, Mount Kimbie y otros nombres propios de la escena post-dubstep londinense. Pronto supimos que esos dos chicos eran Malcus Codolà y Emili Bosch, y que Galante era solo uno más de los vocalistas con los que b1n0 empezaban a trabajar; los otros dos, al menos al principio, fueron Núria Graham y PHOAC, proyecto de un chico llamado Pau del que no dejaremos de hablar a lo largo de la entrevista.

Desde entonces, b1n0 han hecho crecer el proyecto, han dejado sus respectivos trabajos para dedicarse solo a la música y se han aliado con buena parte de la plana mayor del pop catalán más interesante del momento: Ferran Palau, Tarta Relena, Marina Herlop y El Petit de Cal Eril. Hasta el momento han sacado el álbum “b1n0” (Foehn, 2019) y el EP “bi” (Foehn, 2021), además de algunos sencillos la mar de interesantes, como “acab”, único tema sin vocalista hasta la fecha. Pero están a punto de darle un giro a su trayectoria y explorar nuevos territorios en el estudio y en el escenario. Hablamos con Codolà, tranquilo, comunicativo y totalmente enfocado en su proyecto; reinstalado, además, en su pueblo natal del Ampurdán.

¿Cómo se enfoca esta minigira por España? Tengo curiosidad por saber cómo os las arregláis para soltar en directo las voces de vuestros múltiples colaboradores.

Cuando vamos Emili y yo solos las solemos disparar enteras, como si fuera un karaoke al revés: la voz en el centro, invariable, y nosotros vistiéndola con ritmos y beats en directo. Pero esta vez tenemos la suerte de contar con un tercer B1n0, Eduard Frigola, que vendrá con nosotros y que se encargará de jugar con las voces, que sonarán distintas, más fragmentadas que en los temas. Nos parece una opción más interesante.

Esta gira también supone, de alguna manera, el cierre de una etapa, ¿no?

Sí, porque hasta ahora los temas iban por delante del directo y adaptábamos en los conciertos lo que hacíamos en el estudio. Y ahora estamos entrando en una nueva fase en la que trabajamos al revés: sabemos cómo queremos que suenen los directos y crearemos la nueva música a partir de esa idea, de buscar un directo más físico e intenso, más de club; ya no tanto de las ocho de la tarde cuando cae el sol, sino más nocturno, más potente, subiendo los BPM.

¿Y habrá voces también ahí?

Sí, pero ese es otro cambio importante. Estamos trabajando con una empresa llamada Voctro Labs creando una inteligencia artificial que nos servirá para todo el disco, y en la que hemos fundido las voces de los tres primeros cantantes con los que colaboramos: Adriano, Núria y Pau aka PHOAC. Le damos información sobre las voces de cada uno de ellos a un software y crea un timbre nuevo y único.

Eso me suena un poco a lo que hace Holly Herndon.

Sí, eso es, lo que hizo con Maria Arnal y Tarta Relena. De hecho, lo hicieron con Voctro Labs también. Pero nosotros no intercambiamos las voces como hacían ellas, sino que creamos una nueva a partir de otras, y que será la voz única del nuevo álbum.

Cuéntame cómo surgió la colaboración con Adriano Galante, de Seward. Creo que muchos os descubrimos a través de él.

Fue como un orgasmo, una locura. Y más teniendo en cuenta que no nos conocíamos de nada. Le escribí por Instagram proponiéndole que nos viéramos e hiciéramos algo juntos, y tuvimos la suerte de que se apunta rápido a cualquier aquelarre, porque lo más lógico hubiera sido decir que no o ni siquiera contestar. Pero vino, entendió enseguida lo que queríamos, le gustó lo que hacíamos y salió increíble. Y ahora somos amigos, claro, y siempre estamos colaborando y planeando cosas juntos.

Tengo entendido que PHOAC es también un colaborador básico para vosotros.

Sí, Pau es de Figueres, un maldito genio. Lleva ya tiempo peleándose con su primer largo y somos muchos los que estamos esperando que salga ya. Creo que Foehn ha sacado un primer single hace poco (se refiere a “I’m Sorry”, publicado a finales de septiembre). Con él y con el ingeniero de sonido Jordi Mora hemos creado también el proyecto RODEO, muy anárquico, sin un objetivo claro. Pau quería que le produjéramos el disco, pero, para no enfadarnos, porque tenemos mucho carácter los tres, vimos y decidimos que era algo que tenía que hacer él mismo. De todas formas, esas sesiones que hicimos juntos han derivado en este nuevo alias, porque nos gustaba lo que estaba saliendo. De momento hemos soltado hace poco tres tracks, dos de ellos bastante soul, hip hop y R&B, en una onda J Dilla o D’Angelo. Son géneros y artistas que nos encantan a él y a mí; a Emili no tanto. Tenemos más temas que saldrán más adelante, quizá en noviembre, y no se descarta que en algún momento también los toquemos en directo, quién sabe.

¿Tenéis algún referente en la cabeza para este nuevo camino que estáis tomando?

Emili y yo siempre estamos discutiendo con eso, porque escuchamos cosas muy diferentes. Creo que nuestros temas son un poco una batalla de referentes, estamos siempre enseñándonos cosas que nos gustan y es algo que puede ser un poco complicado, pero también creo que nos va bien creativamente. Igualmente, y a nivel personal, sí que te diré que el último directo de Caribou en el Primavera Sound me dejó atónito; ese, por ejemplo, es un referente claro para mí. Pero James Blake o Caribou tienen algo que nosotros no tenemos: un frontman, una voz central, un cantante. Es algo a lo que damos muchas vueltas: cómo podemos hacerlo nosotros para suplir esa carencia y encontrar una manera, la de dar la voz a la inteligencia artificial, en la que creo que hay muy pocos proyectos operando ahora mismo. La idea es llevar nuestra música hacia la electrónica, más en la línea de temas como “acab”.

Os iba a preguntar precisamente por ese tema, el único sin voces y uno de mis favoritos.

Sí, marca una línea a seguir. Es un tema que iba a ir con una parte vocal más clara, pero vimos que no lo necesitaba. De todas formas sí que hay voces, pero sampleadas; voces de unas amigas que estaban en Tailandia y otras de un diálogo de Notorious B.I.G. utilizadas como un sonido más. Esa es un poco la idea, que la voz no sea el elemento central como hasta ahora, trabajarla de otra manera.

Siempre parece que necesitáis ese elemento humano en vuestra música…

(Se queda pensando) … Mmm… no había pensado en ello. Pero sí, supongo. Creo, y estoy improvisando, que ese elemento no tiene que ver necesariamente con las voces. Está ahí desde el momento en que no somos DJs ni queremos serlo; hacemos música, la tocamos y no secuenciamos los beats de forma maquinal. A nosotros nos gusta percutir y que si no queda cuadrado, pues que no quede. Ahí me viene a la cabeza J Dilla, que es uno de mis productores favoritos y tenía esa cualidad también en sus beats.

¿Por qué habéis vuelto a vuestro pueblo?

Por razones económicas, básicamente. Y porque hemos decidido dedicarnos al proyecto 24/7. Aquí en La Bisbal gastamos menos, los alquileres son más asequibles y tenemos la posibilidad de tener un estudio en condiciones, entre otras razones. Entendimos que si queríamos poner todos nuestros esfuerzos en el grupo teníamos que dar este paso. En una ciudad como Barcelona cada movimiento que haces supone gastar dinero; aquí no tanto. Hoy me pillas un poco asustado, porque he visto que Animal Collective han suspendido su gira europea porque no les salían los números, y da un poco de miedo ver cómo, más allá de los 40 o 50 que pueden permitirse vivir de esto, se está perdiendo la clase media en el mundo de la música. Hay mucha precariedad, esa es la realidad.

Nos queda un último colaborador que no hemos mencionado y que intuyo es clave para vosotros: Marc Campillo, jefe de Foehn.

Sí, intuyes bien. Marc siempre dice que yo soy el artista más tocapelotas de todos los que ha conocido en sus más de veinte años llevando el sello. En los últimos tres años, mi misión a primera hora de la mañana, de ocho a nueve, es reventarlo a WhatsApps (risas). Me odia, pero también nos amamos. Y él ama la música y ha sabido mantener una línea editorial fantástica, sin venderse. Estamos muy contentos con Foehn y consideramos a Marc un miembro honorífico de b1n0. ∎