Iggy: Bueno, te cuento la historia del grupo. Tocamos por primera vez en Halloween de 1967, en el salón de la casa de un tipo que vivía al lado de un depósito de chatarra. Nos presentábamos a la gente de la zona que pensábamos que nos podía ayudar. Entonces ya era algo primario, pero yo tocaba una guitarra hawaiana con todas las cuerdas afinadas en m, y Scotty
(Asheton), el batería, solo tocaba con bidones de petróleo y mazas grandes, y Ron
(Asheton) tocaba el bajo. Vaciamos la habitación rapidísimo y todo el mundo se avergonzó de nosotros. Así que pensamos que aquello no nos iba a llevar a ninguna parte y durante el invierno fuimos haciendo un sonido un poco más rock. En marzo de 1968, tocamos en el Grande, de teloneros de Blood, Sweat & Tears. Fue la primera aparición pública del grupo. Teníamos cuatro o cinco
riffs repetitivos que sonaban entre orientales o tribales y un hard rock muy simple, y después había otras cosas superpuestas que otros no tenían, cinco o seis instrumentos inventados por mí. Yo llevaba zapatos de golf y marcaba con ellos ritmos de percusión sobre una plancha metálica con unos micrófonos. Ya éramos un poco más rockistas. Scotty seguía con los bidones de petróleo, pero los tocaba como dos bombos. La verdad es que se podría poner un pedal de bombo normal justo en el borde de un bidón de 55 galones: tiene el tamaño justo. Tocaba timbales en vez de tam-tams, con varas de majorette en vez de baquetas normales. Mandamos pintar la batería de un blanco reluciente y añadimos eslóganes, una combinación de símbolos de la paz hippies hindúes y grafitis groseros como “¡tetas!”, “¡coño!”, “¡culo!”. Cosas así. Teníamos otro instrumento que sonaba realmente bien. Llenábamos una batidora con tres dedos de agua de forma que al dejar caer un micrófono dentro, y con un buen equipo de sonido, sonaba como una cascada. Teníamos una cosa llamada Jim-o-phone, que era un artilugio que generaba
feedback, fabricado con un cono que encontré en un depósito de chatarra, etc. Aquel fue el primer concierto. Ah, y yo llevaba un vestido de premamá. En el segundo concierto dejamos el vestido y los zapatos de golf. Yo seguía llevando la cara pintada de blanco; eso lo mantuvimos. Al tipo que tocaba los instrumentos vanguardistas lo pusimos al bajo, yo me puse al frente del grupo y Ron empezó a tocar la guitarra. Y sonaba más rock, pero seguía teniendo un aire extraño.
Jack: ¿Así que las cosas cambiaron ya en el segundo concierto?
Iggy: Sí. Creo que vimos nuestra oportunidad: mierda, podíamos tener un grupo de rock
(risas). Yo siempre pensaba que había que calar hondo. En aquella época había mucha gente en la zona que quería tener grupos y todos imitaban lo que hacía la gente de fuera, ¿sabes? Y yo me dije:
“Bueno, cuando un perro quiere pasar por debajo de una valla y meterse en el gallinero tiene que cavar muy hondo”. Siempre creí que teníamos que hacer algo propio y que, una vez lo tuviéramos y la gente estuviera dispuesta a darnos una segunda oportunidad, entonces estaría bien echarse un poco atrás. Así que hicimos más o menos eso, pero mantuvimos igualmente algunos elementos del principio. Por ejemplo, cada dos o tres conciertos yo podía aparecer con una sirena de barco, y también tenía un compresor de aire y una aspiradora con la que imitaba el ruido del viento. La tuve durante casi todo el primer año del grupo.
Jack: Déjame que te haga unas preguntas sobre cosas más triviales. Por ejemplo, ¿volvíais a Ann Arbor después de los conciertos u os quedabais en Detroit un par de días?
Iggy: Siempre volvíamos a Ann Arbor. Era nuestro sitio. Los hermanos Asheton tenían amigos en Detroit y después yo también hice amigos allí. Si pasé un par de noches en Detroit, lo cual es muy posible, no me acuerdo exactamente, ¿me entiendes? Solía quedarme mucho en casa de los MC5. Después de los disturbios aún no había dinero suficiente para tener una casa para el grupo –esto era incluso antes de nuestros primeros conciertos–, de forma que un día tomé un montón de mescalina, cogí una pala e intenté vaciar una de esas casas quemadas para The Stooges. Quité como la mitad de los escombros, pero entonces todos me dijeron:
“¿Estás loco, Pop? No vamos a vivir en una casa quemada, sin tejado, en este barrio”. En aquella época también estaba todo eso de… Bueno, ahora tenéis algo así también, eso de que nadie quiere subir a un escenario vestido de forma ridícula, aunque tampoco quiere llevar puesto lo que lleva todo el mundo por la calle. Estaba la idea de cambiarse para tocar y ponerse algo un poco más llamativo o más molón. Y los MC5 tenían todo un cuartito de costura, con todas sus chicas…
Jack: ¿Las chicas les hacían la ropa?
Iggy: Claro. Y también a John Sinclair y a los
roadies. Había toda una versión de Detroit de la escena Acid Test de Ken Kesey. Yo solía ir por allí y me hacían trajes.