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Talento en la sombra. Foto: Silvia Poch
Talento en la sombra. Foto: Silvia Poch

Entrevista

Jordi Matas: la línea clara del pop catalán

En los últimos cinco años ha aparecido en tantos discos, y con papeles tan diferentes, que tiene que esforzarse para enumerarlos todos. Al público nos pasa al revés: cada vez detectamos más rápidamente su poso en canciones y álbumes. No ha sido siempre así, por lo que hay que celebrarlo. Repasamos los movimientos más recientes del productor Jordi Matas (Ferran Palau, El Petit de Cal Eril, entre otros artistas) para intentar descubrir cómo es ese sonido que tantos buscan y dónde lo vamos a encontrar esta temporada.

20. 04. 2021

“Hoy tengo un día tranquilo y es una alegría”. Y parece que también una excepción en su agenda. La del año pasado quedó llena de fechas con Ferran Palau, El Petit de Cal Eril, Núria Graham, Da Souza, Anna Andreu, Marialluïsa, Carlota Flâneur, Alizzz… Con todos ellos y todas ellas compartió estudio Jordi Matas. Ya fuera produciendo un disco, un EP o sumando teclados y guitarras: “El ritmo de 2020 no creo que lo pueda mantener en 2021”, explica ahora, haciendo balance. “El hecho de pasar más rato en casa, que es donde trabajo, porque no había conciertos, hizo que fuera sumando proyectos hasta que ya no me cabían más. Fue salvaje”. Y a pesar de estar agradecido y satisfecho con todo lo que ha hecho hasta ahora, confiesa que “he llegado a un punto de solo querer tocar. Todo lo que hago me gusta, pero tengo que aprender a gestionar los proyectos de manera más ordenada”.

Su historia, más allá del acelerón del pasado año y del tiempo en que militó en esa trituradora espiritual de sonidos y estilos conocida como Seward, tiene otro ritmo. Más cercano al de su sonido –reposado, sin solapes y lleno de modestia–; y, de hecho, cuesta encontrar un kilómetro cero de su carrera como productor. Pero de buscarlo, lo encontraríamos en cualquier proyecto de Ferran Palau, su familia musical… y real (son primos hermanos): desde los inicios folk de “L’aigua del rierol” (2012) hasta la trilogía de easy loving (estilo con el que a veces se define Palau, no sin cierta autoparodia) que conforman “Blanc” (2018), “Kevin” (2019) y “Parc” (2021), con los que ambos han ido escalando en popularidad y progresando en discurso, hasta llegar a un sonido perfectamente reconocible por público y muy deseado por muchas otras bandas. Las carreras de Palau y Matas no se entienden la una sin la otra. Y algo similar pasa con Joan Pons, El Petit de Cal Eril, con quien también ha compartido estudio y directos. Con ellos empezó todo: “Me han hecho crecer como productor, ellos dos confiaron plenamente en mí, y he tenido la oportunidad de trabajar con canciones buenísimas. No se puede tener más suerte”.

“La parte creativa, hacer arreglos..., eso es de donde vengo y donde tengo bagaje. A nivel técnico, me lo paso bien con la mezcla, pero no me considero un técnico de sonido puro en ese aspecto”

Pero ¿cómo suena el productor al que llaman tanto? Sin un background académico, todo ha ido creciendo de manera orgánica: “Lo que más me gusta es tocar”, confiesa. “La parte creativa, hacer arreglos..., eso es de donde vengo y donde tengo bagaje. A nivel técnico, me lo paso bien con la mezcla, pero no me considero un técnico de sonido puro en ese aspecto”. Hay poco método y mucho instinto en todo lo que hace Matas. Desde que su padre ponía discos a todo volumen en casa, más que la música, a él le marcó el sonido. Y así es como lo hace cuando produce y lo que le distingue: “El sonido por encima de todo. Que cuando suene un teclado toda la atención esté allí, que la caja nunca coincida con otras cosas. La manera en la que he aprendido a hacer que todo suene bien es que no haya solapes. Alguna vez he intentado poner muchas capas y no sale bien. Soy honesto y lo digo: yo lo sé hacer así”. Una declaración de intenciones que remata con la descripción más ajustada de su método: “Yo solo limpio hasta dejar las canciones en un esqueleto en el que si quitas algo más, se desmonta”, y remarca:  Si no hay buenas canciones, por mucha producción que pongas, no hay nada que hacer.

La manera de trabajar es diferente en cada caso y en cada disco, pero esa máxima sobre el volumen y el sonido siempre la mantiene. De la intimidad que comparte con Ferran Palau a la maquinaria perfectamente engrasada de El Petit de Cal Eril, dos proyectos que parecen hermanados estéticamente pero que funcionan de manera bien distinta. “Joan (Pons) llega al estudio con una idea, nos la enseña y a partir de ahí lo hacemos todo. Vamos a canción por día. Con Ferran, el ritmo es otro: él trae las composiciones desnudas, y vamos incorporando elementos, siempre con la voz como concepto central. El pop se basa en eso, en el mensaje y en la voz; la clave está en vestirla con aquello que le siente mejor en cada caso”. Recientemente, Matas ha trabajado con Anna Andreu, cuyo pragmatismo supuso un nuevo reto: “Las canciones del disco de Anna están concebidas para guitarra y batería, y la consigna era que todo se pudiera tocar en directo. La ausencia de bajo, que es un instrumento que ayuda a equilibrar los sonidos, presentaba una dificultad añadida, pero creo que conseguimos hacer caminar los temas”.

Matas con Artur Tort, de El Petit de Cal Eril. Foto: Silvia Poch
Matas con Artur Tort, de El Petit de Cal Eril. Foto: Silvia Poch

En el momento de esta entrevista, el calendario de Matas para 2021 ya se había quedado sin espacio para más peticiones. “El ‘Parc’ de Ferran Palau ya está en la calle, y habrá disco de El Petit de Cal Eril, un EP de Anna Andreu, otros dos que no puedo decir y varias cosas que estarán muy bien”. Las semanas de Jordi Matas son más cortas, pero el tiempo corre igual: “Contando que en verano no tenemos tiempo porque tocamos de jueves a domingo cada fin de semana, puedes planear hacer un disco en abril, otro en mayo y... ya. No da para más”.

Hasta el momento, su trayectoria queda definida a través de la obra de los demás, pero todo apunta a que en algún momento dará un salto con nombre propio. La pregunta aparece ya casi como un ruego. ¿Para cuándo el debut de Jordi Matas? Me encantaría. Hace tiempo que lo voy planteando, cuando saco un rato a veces le doy una vuelta. Y la gente me va pinchando con el tema, pero, de momento, no hay gran cosa concretada. ¡No tengo tiempo!. La realidad es que cuenta ya con algunos discos publicados, pertenecientes a su “otra vida” en el jazz, acreditados a Jordi Matas Organic Trio“Landscape” (Fresh Sound New Talent, 2008)– y a otros proyectos, en colaboración con músicos como Martín Leiton, Juan R Berbín, Sergi Sirvent o Hat. Pero ese trabajo que va pensando entre encargo y encargo tiene aire de debut y de kilómetro cero. De nuevo, modesto y difuminado, pero seguro que con poso y recorrido por delante. Sirva esta entrevista para empujar un poco más. Ganas no faltan, y referentes como él siempre son necesarios. ∎

Los favoritos de Jordi Matas

EL PETIT DE CAL ERIL
“La força”
(Bankrobber, 2016)

“No creo que sea el que más me gusta de los discos que he hecho con Joan Pons, pero fue el primero suyo que produje. Fue el inicio de una relación de enamoramiento con él y, desde entonces, no hemos parado de trabajar juntos. ¡Y espero que así siga por mucho tiempo!”.

FERRAN PALAU
"Kevin"
(Hidden Track, 2019)

“Me cuesta mucho elegir un disco de Ferran, pero creo que ‘Kevin’ fue la culminación de un sistema de trabajo que comenzó en 2012 y hemos ido puliendo y engrasado durante casi 10 años.”

ANNA ANDREU
“Els mals costums”
(Hidden Track, 2020)

“El proceso de este disco fue muy especial y diferente a los que había hecho hasta ese momento. Anna tenía muy claro que no quería poner ningún arreglo que no pudiera tocar en directo y hacerlo en dúo era el máximo del minimalismo. A mí me encantan este tipo de retos. Creo que ha quedado un disco superinspirado”.

ALON TAYAR
“Alon Tayar”
(Autoeditado, 2020)

“Este músico israelí me contactó a través de Heba Kadry, de Nueva York, que es la ingeniera de mastering de los últimos discos de Ferran y de El Petit de Cal Eril. Me hizo mucha ilusión que me llegara este encargo desde la otra punta del mundo. Es un disco precioso que mezclamos y produjimos a cuatro manos con Joan Pons”. ∎

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