Disco destacado

Andrew Bird

Inside ProblemsLoma Vista-Music As Usual, 2022

Hay discos que valen la pena aunque solo sea por una canción. Un candidato es “Inside Problems”, y la pieza en “repeat” desde hace semanas, “Underlands”: “Stars don’t owe you anything, don’t give a damn about your nations, fear the slightest obligation”, canta Andrew Bird en tono despreocupado. Es habitual que solo él sepa de lo que hablan realmente sus canciones, pero esta vez se intuye bastante bien: el subterráneo flujo de la vida al que tratamos de dar sentido sin demasiado éxito. Quizá con la música...

Dieciséis álbumes en solitario e incontables colaboraciones contemplan a este músico de conservatorio propietario del silbido más entonado del planeta y capaz de colarte un pizzicato de violín cuando menos lo esperas. El autor de delicias como “Hark!” (2020) nos tiene acostumbrados a discos que te acogen y te hacen sonreír con sus encantadores caprichos. ¿Qué es “The Night Before Your Birthday” sino un indisimulado remedo de “Femme Fatale”? Parece que su hijo de 11 años, un chaval con gusto, tiene algo que ver.

Lo que escuchan en “Inside Problems” pueden llamarlo free pop, jazz-folk, neoswing o como ustedes quieran. No hay restricciones. La consistencia es sutil y poliédrica. “Lone Didion”, por ejemplo, suena a “Éthiopiques” con un toque de pop de cámara. Se inspira en la escritora estadounidense Joan Didion, fallecida el año pasado y autora, entre otras muchas cosas, del libro de memorias “El año del pensamiento mágico” (2005). Bird suena menos indie rock que en “My Finest Work Yet” (2019), se le nota relajado y, aunque sus nuevas canciones nacieron del insomnio, su música se muestra espaciosa y elegante, exploradora y virtuosa pero accesible. Además, el de Lake Forest –Illinois– canta como un auténtico crooner con estudios superiores y alma de poeta de music hall. A ver quién lo iguala.

Hablábamos antes de “una” canción, pero hay muchas más, por no decir todas. El afromodernismo de “Atomized” –nueva referencia a los ensayos de Didion–, la pegadiza “Inside Problems”, “Fixed Positions” –esta tampoco ofrece resistencia temática y su título casi coincide con otro de Didion, “Fixed Ideas. America Since 11.9” (2003)–, la quiescente “Eight”, una crisálida melódica que muta en improvisación de violín –por cierto, Mike Viola produce el álbum– o la reincidencia en la velvetiana “Never Fall Apart”, con mensaje optimista para cerrar. No es que Andrew Bird ofrezca solución alguna a los problemas interiores. En realidad, plantea al menos uno nuevo, porque ya usó la fórmula “mi mejor disco hasta la fecha”. Lo decimos ahora nosotros y solucionado. ∎

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