No son pocos los que se han apresurado a considerar “The Loneliest Time” un álbum menor dentro de la carrera de nuestra cronista del amor favorita, Carly Rae Jepsen. Y, oye, tampoco les falta razón. Pero siendo justos con la canadiense, no parece empresa fácil revalidar el genio de “Emotion” (2015) y “Dedicated” (2019). Partiendo de un catálogo de más de un centenar de canciones compuestas entre confinamientos y, poco a poco, reduciendo el material a trece cortes, con este trabajo pasa un poco como con anteriores discos: a veces los mejores momentos se encuentran en las caras B. Y esto se puede ver como una inhabilidad de separar el grano de la paja, pero también evidencia que esta romántica empedernida está más para sacar colecciones de canciones que discos con un concepto claro y sólido detrás.
Cierto es que “The Loneliest Time” engañó a muchos con su primer sencillo de adelanto, un “Western Wind” producido por Rostam que recuerda a algunas de tus heroínas indie-folk-pop favoritas y descubre una faceta relajada y casi dream pop de una Carly que aquí pisa hojas secas mientras medita sobre relaciones truncadas. Podría haber sido su particular “Solar Power” si a esa y a “Far Away”, llena de percusión insular, le hubiesen seguido otras tantas canciones de tonalidades ocre y copa de tinto en mano. No es particularmente el caso, pero aquí hay un poco para todo el mundo.
Empezando por aquellos que busquen hits inmediatos marca de la casa, que encontrarán en el trío inicial rematado por “Talking To Myself”. Y también se acuerda de los que le reclaman cambio, evidenciado no solo en la paleta sonora más espacial y sosegada exhibida en los dos tracks comentados en el anterior párrafo, sino también en experimentos loables pero a la postre fallidos como “Beach House”, donde se olvida de su habitual honestidad y candidez para hacer una crónica llena de cinismo de lo que supone salir para citas en la treintena y tener que sortear banderas rojas, swipes a la izquierda y potenciales Jeffrey Dahmers. Sobre el papel suena muy bien, pero en tus auriculares la cosa se parece más a una chorrada cómica que te podrían hacer The Lonely Island. También musicalmente Carly se atreve a probar cosas nuevas, como se aprecia en la pista titular, casi lo mejor de este conjunto. Un dueto disco con Rufus Wainwright –o sea, casi podría verse como la respuesta pop, millennial y canadiense al “Where The Wild Roses Grow” de Kylie y Nick Cave– con todo el camp que podría esperarse de un dúo que deshoja margaritas al tiempo que fantasea con traer de vuelta a sus exs. “The Loneliest Time” bien podría haber sido su “folklore” (Taylor Swift, 2020), pero ¿sabes qué? Es el nuevo disco de Carly Rae Jepsen. Y eso está OK. ∎