“I’d like to create sounds that have never existed in the world before”. Esta frase, que no sabemos si realmente pronunció o no, aparece dicha en boca del personaje de Delia Derbyshire (1937-2001) en el docuficción “Delia Derbyshire. The Myths And The Legendary Tapes”, de Caroline Catz (interpretado por la propia Catz). Lo que sí sabemos es que Derbyshire tuvo que luchar y conseguir sobreponerse al machismo dominante en los años 60 dentro de la BBC hasta lograr entrar en su laboratorio de efectos de sonido, el mítico Radiophonic Workshop, donde pudo experimentar durante largas jornadas de trabajo con el elemento que la obsesionaba desde pequeña: el sonido. Pero antes de entrar de lleno en su historia, en los primeros segundos de metraje, Catz detalla el valioso descubrimiento que tuvo lugar en un ático de Northampon el 3 de julio de 2021 y que es el motivo central del largometraje y de su posterior banda sonora: 267 cintas metidas en cajas de cereales que contenían piezas originales y grabaciones perdidas de Derbyshire durante todos los años que trabajó en la corporación británica.
En la película, extraña y desigual, pero sin duda interesante por lo que cuenta, aparece también en su tramo inicial Cosey Fanni Tutti, fundadora de Throbbing Gristle, más punk que el punk, más vanguardista que la vanguardia, siempre desafiando convenciones y lugares comunes. Tutti registra con una grabadora digital y un micrófono el sonido de unas llaves contra unos barrotes, de sus pies contra la tapa de una alcantarilla, de la lluvia golpeando el asfalto. Mientras, una voz en off habla de la conexión, superior a la esperada por Tutti, de esta con el trabajo y el legado de Derbyshire, además de armar un juego de palabras entre la palabra francesa concrète (concreto) y la inglesa concrete (hormigón).
El link está ahí, evidente y cristalino: de pionera a pionera. Tutti se reconoce en Derbyshire y se acerca a su trabajo con la inteligencia, la determinación y la naturalidad que caracterizan su trayectoria. De esta forma ha elaborado la banda sonora de la película, asimilando, sampleando y manipulando a su antojo los sonidos de esas cintas para crear piezas de una densidad espectral y fascinante, indagando en lo más desconocido del legado de Derbyshire e ignorando por completo el material más obvio y reconocible para el gran público (el tema central de “Doctor Who”, por ejemplo). El disco, compuesto por 18 tracks relativamente cortos (la mayoría de ellos no superan los 3 minutos; algunos no pasan de 2), funde perfectamente ambient oscuro post-industrial con manipulaciones de cinta, reverberaciones, grabaciones de campo y esos efectos de sonido que ya eran futuristas en su momento y siguen siéndolo ahora; más aún en las manos expertas de Cosey. ∎