Trojan Records –la principal disquera de reggae en suelo británico– fue la primera que contrató a Matumbi, la formación con la que se estrenó musicalmente un joven Dennis Bovell que había llegado de su Barbados natal unos seis años antes. Era 1971, y ahora, cinco décadas más tarde, es también Trojan quien edita este recopilatorio que es al mismo tiempo un homenaje al que, con el paso de los años, se convirtió en una de las figuras más decisivas en la implantación y evolución del sonido jamaicano en la metrópoli británica.
La suculenta selección –38 cortes en formato doble CD y 24 en doble vinilo– se centra en dos de las principales vertientes de este artista versátil y polifacético: el primero de los discos recoge su faceta como creador e intérprete durante varias décadas, pero especialmente en los fértiles 70, ya sea al frente de la 4th Street Orchestra o de la Dub Band, o firmando con su propio nombre o con alguno de sus alias, como Dennis Matumbi, African Stone o Dennis Curtis. El segundo disco ejemplifica su trabajo como productor discográfico con artistas llegados tanto de Jamaica como otros ya asentados en Inglaterra –Errol Campbell, I-Roy, Janet Kay, Marie Pierre, Angelique, Johnny Clarke o Errol Dunkley–, incluyendo algunos cortes que lo sitúan claramente como padre del lovers o lovers rock, ese subgenero romántico del reggae jamaicano que los jóvenes angloantillanos sintieron, por primera vez, como algo propio.
Lógicamente, en la selección se echan en falta otras caras de tan poliédrico artista, como alguno de sus emblemáticos cortes al frente de Matumbi, su labor proveyendo la música para los poemas de Linton Kwesi Johnson a lo largo de toda la carrera de este, su seminal trabajo como mezclador/creador de dub por el que el recopilatorio pasa de puntillas, o su rol más allá de los límites del caudal musical del reggae y el dub como productor o mezclador para artistas tan dispares como The Slits (su “Cut”, que Bovell les produjo en 1979, sigue siendo de lo mejor que nos ha deparado la revuelta punk), The Pop Group, Bananarama, Amazulu, Orange Juice, Sade, Ryuichi Sakamoto o Fela Kuti.
Quizá por lo limitado de este homenaje, que queda muy lejos de lo que podríamos llamar una antología a pesar del subtítulo, el disco irá acompañado de la reedición de una docena de sus álbumes clásicos en los próximos meses.
En cuanto a los aciertos del recopilatorio, quizá el mayor sea que el tracklist –incluyendo temas inéditos o ya convertidos en objetos de coleccionista– corre a cargo del propio Bovell, así como las notas interiores en las que hilvana, en primera persona, su carrera, la de un multinstrumentista, cantante, sound system operator, compositor, productor, mezclador y visionario que ha dejado profunda huella en la música del siglo XX. Justo es que reciba el reconocimiento que merece ahora que está todavía entre nosotros. ∎