Discos de Paseo ha decidido rescatar del olvido las grabaciones completas –o casi– de Elásticos, un grupo que nunca llegó a emerger de la escena subterránea de Barcelona en los años 80. De hecho, duró toda aquella década, aunque solo publicó un álbum, “Elasticos” (Justine, 1987). Antes, su canción “Noche en la ciudad” fue incluida en el seminal recopilatorio “Barcelona, ciudad abierta” (Wilde, 1983), donde también aparecía Claustrofobia, y les fogueó en el circuito de salas de la Ciudad Condal. De hecho, era un grupo más interesante en directo, sobre todo gracias a la carismática presencia de su vocalista, Mercè Ros.
En su libro, “3 minutos de magia. Una historia del power pop y la new wave” (Efe Eme, 2018), Carlos Pérez de Ziriza los cita y los compara con los primeros Pretenders, aunque hay también una conexión evidente con el rock urbano de la época. La forma de cantar de Mercè, entre ruda y vulnerable, podía recordar a Mercedes Ferrer, a la Luz Casal de los inicios o incluso a Tere Desechables en temas de aire más punkarra, como “Voy a tirarme al río otra vez”. Un estilo, en suma, que tuvo mucho más predicamento en Madrid que en Barcelona, aunque me resulta significativo que en “De nadie” me haya venido el recuerdo de “Disneylandia” de Los Burros, otro grupo con el que podría tener cierta afinidad.
Pese a lo que dice el título de esta recopilación, la Barcelona que muestran Elásticos se visualiza en blanco y negro y con olor a alcohol, tabaco y camas deshechas en habitaciones cerradas. Todas las canciones parecen la misma, y airean angustias sentimentales de juventud en ambientes nocturnos. El CD incluye nueve de los diez temas de su único álbum, ya que la vocalista prefirió que se dejase fuera “Nena”, una canción que (eran otros tiempos) frivolizaba con la violencia de género. Lo completan once cortes más que provienen de maquetas de toda su carrera, con sonido infame pero importante valor testimonial. Tras disolverse el grupo en 1989, Mercè formó más bandas sin suerte: Alius, Las Gambas y Las Reinas, mientras que sus compañeros de grupo (Toni Pelegrín a la guitarra, José Luis Muñoz al bajo y Ramón Grau a la batería) la tuvieron de cara: descubrieron la rumba y pasaron a llamarse Los Manolos. ∎