¿Un disco de Iron Maiden en Rockdelux? ¿¡Pero esto qué es!? Pues sí, querido lector, y además (spoiler) es un buen disco. Partamos de la base de que los de Steve Harris nunca me gustaron en la época en la que deberían haber llegado a mi vida, que es la adolescencia. Por entonces (hablamos de los años 90) el heavy metal no me atraía, y aunque muchos de mis amigos de entonces eran jevis de los de cazadora vaquera sin mangas, pantalones de pitillo y deportivas J’hayver, la música de los Maiden, Metallica y demás dioses del metal no me llegaba como les llegaba a ellos. Fue unos años más tarde, viéndolos en directo, cuando por fin logré disfrutar de su propuesta.
El tiempo ha pasado para todos, y el ahora sexteto no es ajeno a ello ni trata de escudarse en glorias pasadas. “Senjutsu” es un álbum coherente con su tiempo y con la longevidad de una banda (en activo desde 1975) que sigue buscando nuevas vías de expresión sin tener que renunciar a sonar a ellos mismos. Uno de mis amigos jevis lo resume de un modo certero y conciso: “Este es un disco acorde a la edad de los Maiden”, y así es. Aquí los ingleses apuestan por la intensidad rebajando la velocidad.
Hace ya dos décadas que la banda superó el que probablemente haya sido su mayor bache: la salida del cantante Bruce Dickinson y el guitarrista Adrian Smith a mediados de los 90. Los dos músicos continuaron colaborando en un par de discos a nombre de Dickinson que parecieron gustar más a los fans de la banda que los que los propios Maiden fueron editando en ese período. Pero desde que ambos regresaron en 1999, cada nuevo disco de la formación es celebrado como un nuevo hito por su enorme legión de seguidores.
“Senjutsu” –“táctica” en japonés–, con su estupenda portada protagonizada por Eddie The Head (¡cómo no!) ataviado con traje de guerrero samurái y en posición de ataque, supone un nuevo esfuerzo por aportar material de calidad para una banda que bien podría dormir en los laureles, vivir de las rentas y continuar reproduciendo la fórmula que tan buenos y lucrativos resultados les dio en el pasado. En lugar de esto, han preferido buscar distintos ángulos para su música e insuflar aires nuevos a su sonido. Siguen intactas las letras de tintes épicos y alguna que otra de sus clásicas galopadas (“Stratego”), pero la querencia del álbum es hacia los medios tiempos. Han optado por desarrollar un metal progresivo al que ellos han añadido arreglos de aires orientales aquí y allá a modo de leit motiv de buena parte del repertorio (de ahí su título en japonés). Suenan más maduros (su media de edad es de sesenta y cinco años) y menos urgentes (se lo toman con calma: son más de ochenta minutos repartidos en diez canciones), pero no suenan aburridos.
No voy a decir que Iron maiden se están reinventando con este su decimoséptimo largo; no es eso. “Senjutsu” no hará que sus fieles de siempre caigan de culo al escucharlo, pero hará levantar las cejas a más de uno que les diera ya por finiquitados. ∎