Álbum

Mac McCaughan

The Sound Of YourselfMerge-Popstock!, 2021

Como todos esos libros que empiezan a llegar ahora a las librerías vestidos de novelas, pero que no son más que diarios encubiertos de la pandemia y el confinamiento (ahí está, por ejemplo, “Los besos” de Manuel Vilas), emergen también discos que bien podrían ser blocs de notas y cuadernos de bocetos de un compositor encerrado a cal y canto en su casa. Es el caso, por ejemplo, de “The Sound Of Yourself”, nuevo álbum en solitario de Mac McCaughan en el que el cabecilla de Superchunk, superdotado para asuntillos pop y enamorado últimamente de las ondas sonoras de los sintetizadores, vuelca sus dos almas y se entrega a un diálogo experimental entre canciones hechas y derechas y esqueletos instrumentales de apariencia puramente decorativa.

Dos en uno para un trabajo que McCaughan no grabó durante lo más crudo de la pandemia –el confinamiento lo pilló trabajando en la banda sonora de “Moxie”, película de Amy Poehler–, pero que se empapó a conciencia de ese espíritu de encierro y reflexión. En una situación que hace que cualquiera se pueda volver un poco loco, es bueno hacer cosas para ocupar tu cerebro y ser creativo”, explicaba el estadounidense en una entrevista reciente.

Y su manera de ser creativo fue alejarse de su zona de confort, empezar a componer con el bajo en vez de la guitarra y dejar fluir canciones y pedazos de música aparentemente alejados de la orilla de Superchunk. El nervio, en efecto, es otro. Y la garra punk de “What A Time To Be Alive” (2018) sigue en el banquillo a la espera de un nuevo álbum del grupo. Aun así, no cuesta demasiado imaginar cómo sonarían versiones algo más acorazadas y veloces de “I Hear A Radio”, “Circling Around” o “Dawn Bends”, puntos de agarre melódico de este “The Sound Of Yourself” que quizá no sea muy Supechunk pero que es puro McCaughan. O, dicho de otro modo, es todo inquietud e ingenio pop, voces cálidas al servicio de la maravillosa “The Sound Of Yourself” y sintetizadores zumbando alrededor de “Burn A Fax”, himnos contrahechos como “Sleep Donor” y rompecabezas instrumentales como “Found Cricket”.

Quizá cueste encontrarle el encaje a esas piezas algo más experimentales que solo funcionan a modo de transición, pero la habilidad de MM para levantar rascacielos a partir de melodías minúsculas acaba compensando cualquier posible pero. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados