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Álbum

Tennis

PollenMutually Detrimental-Popstock!, 2023

22. 02. 2023

Alaina Moore y Patrick Riley, casados y en constante cambio de residencia, han logrado armarse una carrera de casi quince años sin abandonar las razones que los llevaron a empezar en esto. En primer lugar, el ideal de un pop retroactual con rastros, sobre todo, de los girl groups de los sesenta –década de la que toman sus técnicas de producción– y las cantantes-compositoras de principios de los setenta; en otras palabras, la trayectoria compositiva de Carole King.

Ideal de formas minimalistas al máximo: “Nunca nos planteamos añadir capa tras capa para llenar una canción”, me contestaba Riley en Rockdelux (diciembre 2011) cuando le preguntaba por su número habitual de pistas por tema. “Preferimos escoger pocos elementos, cuantos menos mejor, pero efectivos [por ejemplo, Cape Dory” tenía tan solo siete pistas]”. Son todas ellas palabras que Tennis podrían repetir en cualquier entrevista de 2023.

Y en segundo lugar está el homenaje, a través de las letras, a su propia relación y sus peripecias vitales conjuntas, que alcanza en el nuevo “Pollen” cotas de discurso de bodas de oro. El valet que protagoniza no uno, sino dos temas del álbum es el propio Riley de joven, que tenía ese trabajo cuando vio por primera vez a Moore, por entonces camarera en un sitio donde solía desayunar. “¿Quién habría sabido que te estaba sirviendo el destino?”, canta ella en “Hotel Valet”, a la que precede unos minutos antes “One Night With The Valet”, deliciosa miniatura en la que asoma la Minnie Riperton de “Lovin’ You”.

Pero Tennis no se acomodan del todo en ningún sentido, sino que siguen introduciendo algún giro inesperado en su fórmula sonora y estilística y pueden escribir sus letras no solo desde la nostalgia, sino también desde la furia de un deseo peligroso. En el hit synthpop “Let’s Make A Mistake Tonight”, Moore propone dejarlo todo para moverse hacia un nuevo y caluroso horizonte: “Una mano en el volante / La otra en mi muslo / Cerrando los ojos”. Antes, la R&B “Forbidden Doors” nos ha introducido en un laberinto de pasiones con una melodía de teclado que puede retrotraer al Giorgio Moroder de “El expreso de medianoche” (Alan Parker, 1978). Y en “Pollen Song”, el citado polen, al que Moore es alérgica, ejerce como metáfora de la clase de relación que te mina las defensas.

En una reciente entrevista con ‘1883’, la mitad femenina del proyecto ha hablado de “Pollen” “como una playlist o una mixtape”. Quizá resulte exagerado y el disco sea más cohesivo de lo que a ellos mismos les gustaría, pero los giros inesperados están ahí. Por ejemplo, en “Glorietta”, menos basada en los teclados que en las guitarras y con ciertos aires de los Fleetwood Mac más canónicos. O en la parte ¡en latín! de “Never Been Wrong”, cuyos cambios de sentido bruscos recuerdan a “Need Your Love”, lo mejor de su “Swimmer” (2020). O en la recta final de “Pillow For A Cloud”, su abrazo más serio hasta la fecha de la estética shoegazing. Promesa de un futuro de nubosidad perfecta. ∎

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