La historia va así. Un chaval joven baja en skate por la Sexta Avenida de Nueva York. Hoodie negra, pantalones cargo de estampado militar y sneakers de una famosa marca deportiva. Un pie detrás de otro, esquivando coches entre los grandes rascacielos que recortan la silueta icónica del Midtown de Manhattan. Con la mirada clavada en el asfalto, solo levanta la vista para girar la cabeza junto al legendario Radio City Music Hall, al que dedica un segundo de soslayo antes de volver a darse impulso sobre la tabla. Un último empujón hasta llegar a una dirección clave: “30 Rock”, en la Avenida de las Américas. O lo que es lo mismo, a uno de los edificios del imponente complejo art decó Rockefeller Center que, orillado por la Quinta y la Sexta Avenida, ejerce de centro neurálgico del show business en el corazón de la capital de la industria. El chaval frena su tabla de skate y cruza con convicción bajo una marquesina que anuncia “The Tonight Show With Jimmy Fallon”. Los tipos de seguridad del late night le miran con recelo; ¿seguro que no se ha equivocado de puerta? “Ni de coña”, dice él. El chaval responde al nombre de Joey Bada$$ y acaba de llegar patinando para hacer su debut televisivo en el programa de variedades más visto del mundo. Apenas dos horas después, Jimmy Fallon lo introduce así a los más de doce millones de espectadores que se reúnen cada noche frente a la tele: “Se llama Joey Bada$$ y está aquí para debutar en televisión. Este chaval es mi favorito. Háganme caso, si quieren apostar su dinero por alguien, háganlo por él”. Será así como en 2012 un chaval de Brooklyn de apenas 17 años se presenta ante el mundo como el heredero directo de la era dorada del hip hop. Joey Bada$$ suena a artistas que sonaban antes de que él tuviera edad para enchufarse unos auriculares: Nas, MF DOOM, Mos Def, J Dilla. Hip hop golden era de beats elegantes, jazzy, que dan cuerpo a barras de varios quilates de poesía lírica urbana. Oro puro.
Inspirado en el universo arquitectónico y metálico de la firma Paco Rabanne, el diseño de 1Million está inspirado en el far west y sigue brillando estas navidades entre el resto de las fragancias: un lingote de oro, un frasco que ya es un statement antes de descubrir su fragancia. Un tarro dorado que se inicia alegremente con una serie de notas luminosas y chispeantes hasta que el frescor del pomelo, menta y mandarina sanguina en las notas de salida invita a dejarse seducir. Luego llega el corazón de una singular intensidad a base de absoluto de rosa, canela y notas especiadas. Un contraste penetrante, que mezcla sensualidad y virilidad. Y llega finalmente ese último acorde aterciopelado de cuero, madera blanca, el ámbar y pachulí de Indonesia. Una “alquimia lasciva de sensualidad y fuerza, creada para un ‘gentleman’ que no obedece a nadie y vive su vida exactamente como le place”. Un perfume hecho a medida para un artista multidisciplinar como Joey Bada$$, que después de diseñar ropa y participar en diferentes películas este año ha vuelto a reivindicarse con el poderoso disco “2000”, su tercer álbum y secuela de aquella primera mixtape con la que se presentara al mundo. Continuidad y renovación. “La visión de la firma francesa es bastante parecida a la forma en que me gusta verme en este mundo”, confirma Bada$$. Decididamente joven pero con old soul, el rapero norteamericano es un icono atrevido que camina sobre seguro, que apuesta por el éxito con frescura, descaro y razones de peso. ¿Su motto? Una barra de oro que bien podría ser el manual de instrucciones de la fragancia 1Million: “Sé libre. Orgulloso. Mantén la cabeza alta”. ¿A qué huele el oro? A Joey Bada$$. Oro puro. ∎